Silencio atronador (Por Gabriel Link. Video)

Al cierre de esta nota, (las siete de la tarde de este martes) solamente cinco medios reflejaban la noticia. 

Imagen ilustrativa.
Una mujer le arrojó al intendente de Corrientes, Eduardo Tassano, un elemento contundente cuando cerraba uno de sus hipócritas discursos, centrado en un mentiroso apoyo a los artistas de esa ciudad. 

El hecho ocurrió el domingo por la noche, pasaron 48 horas y, ¿curiosamente? la noticia no tuvo repercusión alguna en la provincia. Ni siquiera en la ciudad capital, donde se originó. 

Los únicos cuatro medios conocidos que la presentan hasta ésta publicación son de otras regiones, Crónica, Cadena 3, el bonaerense La Provincia, y las versiones locales de Agencia Nova y el portal del Grupo Clarín Clarín Vía País.

La noticia: 

Tassano inauguraba el domingo por la tarde/noche algo a lo que decidieron llamar “Paseo del Iberá”, un espacio ubicado debajo del puente Interprovincial General Manuel Belgrano, en el que lo único que cambió fue que algunos artistas pintaron (gratis), unos murales. 

En el lugar no se hizo ninguna inversión por parte del Estado, no hicieron ni la más mínima infraestructura, la nada misma. 

En lo único que invirtió el municipio fue en montar una tarima para hacer un anuncio de campaña, como los que Cambiemos nos tiene acostumbrados en todo el país. 

Junto al intendente se encontraban el senador provincial Sergio Flintas; al secretario de Turismo, Lorenzo Brisco; y el secretario de Coordinación de Gobierno, Hugo Calvano. 

La mujer, una de cientos de despedidas y despedidos del municipio para hacer lugar a contrataciones con sueldos altísimos de familiares y amigos del intendente radical y sus colaboradores, le reprochaba algo a Tassano, quien la ignoraba por completo. 

La indignación produjo la reacción, la mujer tomó un grabador colocado sobre el escenario por el personal de prensa y en un arrebato de impotencia se lo arrojó al hombre que la había dejado en la calle. 

Sin embargo la noticia no es el hecho en sí, al menos para quien escribe no es noticia que la tiranía radical genere violencia en los trabajadores. 

La noticia es el silencio de los periodistas capitalinos

Corrientes tiene cinco diarios de tirada provincial (todos de propiedad de dirigentes políticos) y varias docenas de portales de noticias, pero ningún medio local o periodista “independiente” de esa capital tuvo coraje para publicar la noticia. 

Es sabido que todos los diarios responden al radicalismo, pero parece difícil de creer que cada portal existente también esté comprado por el Gobierno. 

Tras la derrota del 2 de junio el peronismo provincial se quedó sin reacción, y tal vez esa falta de reacción de los políticos haya dejado “adormecidos” a los periodistas contrarios al Gobierno. 

Tal vez esos colegas opositores, algunos de ellos brillantes, crean que al no recibir pauta o sueldo de nadie dejaron de ser periodistas, que la falta de plata genera falta de indignación y de solidaridad; en este caso con una empleada municipal que se quedó sin nada, muy probablemente por ser peronista. 

Los diarios y las radios con poder de fuego se reparten a casi todos los periodistas capitalinos, que, a diferencia de los del interior están acostumbrados a trabajar a cambio de un sueldo; algo que debiera ocurrir en todo el país, aunque la realidad muestra que el periodismo contratado solo existe en las capitales de provincia o en los grandes conglomerados como Mar del Plata, Rosario, Bahía Blanca, etc. 

En la mayoría de las ciudades del “interior del interior” proliferan los medios de autogestión, radios y portales “unipersonales” que generan a sus propietarios un ingreso que apenas alcanza para subsistir y sostener esos medios al aire o en linea, pero no para contratar a otros periodistas. 

Por eso hay tantos medios en las ciudades medianas, cada voz que pretende ser escuchada debe salir a buscar sus propios recursos. Lo extraño es ver como esta modalidad no se expande en la capital correntina para que alguien pueda contradecir el relato oficial. 

Hoy, absolutamente nadie en la capital alza su voz con fuerza contra los gobiernos provincial y comunal, y eso se extiende a cualquier funcionario radical que ocupe un cargo político en toda la geografía correntina. 

Todos los radicales y sus socios están “a salvo” en las redacciones capitalinas. 

Prueba de ello es que ninguna de las notas de Contrapoder sobre la muerte de Lara Robledo, atropellada en Chavarría por el presidente del Concejo deliberante de Libres, el radical Wilfredo Collinet (que tuvieron más de 20.000 lecturas en este portal), fueron “levantadas” por medio alguno de la capital provincial, como ocurrió decenas de veces en los últimos años. 

Algunos medios, de origen o tendencia peronista, disimulan ensayando tibias críticas al gobernador o algún funcionario público, generalmente personales, pero jamás golpean dónde se puede dañar el poder radical. 


¿Miedo?, ¿pautas encubiertas?, vaya uno a saber. 

Es inédito para este periodista no lograr encontrar un solo medio de referencia para nutrirse de información confiable de la capital provincial. 

No hay antecedentes de un “blanco absoluto” de información opositora como el actual, al menos en las últimas dos décadas. 

Desde que, semanas antes de las elecciones del 2 de junio, el Gobierno cooptó a Tato Romero Féris, propietario del diario Norte (único medio gráfico que informaba con cierta veracidad en los últimos años), los periodistas del interior que confrontamos con el poder político nos quedamos “a ciegas” en torno a lo que ocurre en la ciudad de Corrientes, sede -nada más y nada menos- que de los tres poderes del Estado provincial, manejados a su antojo por el ex gobernador Ricardo Colombi y su actual alfil, Gustavo Valdés. 

La escasa información de los delitos cometidos por los radicales llega solo informalmente a través de redes, y es absolutamente imposible de ser chequeada, pues los “referentes” periodísticos de la oposición guardan respetuoso silencio, y por tanto, los periodistas del interior terminamos también participando de la complicidad del silencio establecido. 

La provincia más pobre del país se quedó sin periodismo opositor, los partidos políticos opositores tienen algo de responsabilidad en esto, pero no toda. 

Nadie le pagaba a Mariano Moreno para confrontar con el invasor, nadie le pagaba a Rodolfo Walsh para confrontar con el tirano, nadie debe pagarnos a nosotros para contar lo que pasa en Corrientes. 

La pregunta a hacerse (y a hacerles a los colegas peronistas, a los que se dicen peronistas, y a los que al menos comparten en voz baja su mirada crítica a la dirigencia de la UCR), es: ¿cómo se le gana a un gobierno que mantiene en el más riguroso silencio las críticas a su gestión? 

Hay una sola respuesta a ese interrogante. No se le gana. 

¿Les da lo mismo compañeros?, estoy seguro que no, pues sacúdanse la modorra, el miedo o la piranguera que los paraliza y vuelvan a laburar de lo que saben, la sociedad correntina necesita recuperar a sus periodistas para salir del oprobio en el que vive sumida hace ya dos interminables décadas.

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