Fiesta por Santa Catalina

El tradicional evento religioso en conmemoración a la milagrosa Catalina, comenzó en horas de la madrugada, como todos los años con la preparación del asado, locro y empanadas que luego se sirve entre los devotos que visitan el santuario de calle Caá Guazú.

Con las primeras luces del día el local comenzó a recibir a los feligreses que llegaron desde distintos puntos de la ciudad y zonas aledañas. Con ramos de flores algunos, un manojo de velas otros, pero con mucho entusiasmo y alegría de compartir una jornada completa en honor a la Santa.

Cerca de las diez de la mañana, un contingente partió hacia el cementerio de La Misericordia, entonando rezos y blandiendo banderas multicolores, hasta llegar a la tumba de doña Francisca Niz, antigua organizadora de la fiesta y anfitriona por muchos años. Allí frente a su tumba los devotos de la Santa,  la evocan con bailes de chamamés en señal de agradecimiento por su legado.

Luego se reunieron en el santuario donde se ofreció una misa, este año celebrada por el Padre Jorge de la iglesia Nuestra Señora del Rosario, acompañado por una multitud de creyentes que se acercaron a compartir la Palabra y las bendiciones.

Mientra tanto, afuera sobre la vereda una parrilla de proporciones descomunales,  humeaba e inundaba con el inconfundible olorcito a carne asada que desde las cuatro de la mañana se viene cocinando a fuego lento. Otro tanto las ollas de locro, colmadas al ras esperando la hora del convite en un permanente borboteo.

Según los cocineros hay comida como para unas ochocientas personas o más, se contó con la carne de dos vaquillas de 300 kilos cada una y a eso se le suman dos ollas con 250 litros de locro, más las empanadas que dificilmente se pueda contabilizar. Todo esto para servir a los comensales que quieran compartir uno de los eventos religiosos-culturales más imponente de Monte Caseros.

Tal es la fama de esta fiesta de Santa Catalina, que vienen a tocar para la gente grupos musicales de Mercedes, Curuzú Cuatiá, Corrientes, Concordia, Chajarí que se suman a una larga lista de músicos locales.

La organizadora, Sra. Mónica Maidana trabaja durante muchos meses para poder llevar a cabo esta fiesta que según ella cuenta, tiene una tradición de más de cien años y que en nuestra ciudad y aledaños es tan conocida como esperada.


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