La fría escena fue descubierta por la tía de los chicos.
16-11-23
Luego de que su hermana, mamá de los niños, no le contestara el teléfono durante todo el día, ésta se acercó hasta la casa del barrio Santa Rosa porque sospechó que algo ocurría.
No se equivocó, aunque jamás imaginó la escena horrenda con la que iba a encontrarse.
La joven madre le abrió la puerta completamente cubierta de sangre, casi fuera de sí, y le dijo una frase que la estremeció:
“Silencio, te pido que no hagas ruido porque los chicos están durmiendo”.
Asustada, la mujer entró a la casa y halló a sus dos sobrinos, un nene de 8 años y una nena de 5, tirados en el piso sobre un gran charco de sangre.
Luego, llamó a la Policía.
Cuando llegó el personal de los bomberos y de la Comisaría Primera de Curuzú Cuatiá, constataron que los niños habían sido asesinados con un cuchillo de gran tamaño.
El menor de los chicos tenía una herida, mientras que la hermana mayor tenía al menos cuatro cuchillazos.
Los datos de la autopsia todavía se desconocen.
La madre de los menores, por su parte, intentó suicidarse con la misma arma con la que supuestamente cometió el doble crimen pero apenas llegó a realizarse unos pocos cortes superficiales.
Fue trasladada al hospital Fernando Irastorza, donde permanece internada, en calidad de detenida, según confirmaron fuentes judiciales a Infobae.
Las alarmas se encendieron dentro de la familia de la acusada luego de que la joven de 26 años decidiera bloquear a toda su familia de las redes sociales e impidiera cualquier tipo de comunicación.
Las horas pasaron hasta que finalmente la tía de los niños decidió acercarse hasta la casa. Fue entonces que el horror se descubrió.
“Para la tía fue desgarrador ver esa escena dantesca.
Por eso aviso a la Policía sin decirle nada a la hermana”, indicaron fuentes del caso.
Los investigadores explicaron que el nene de ocho años tenía más heridas porque presumen que al ver que su mamá atacaba a su hermana menor, quiso defenderla y por ende fue agredido con más saña.
Se cree que recibió al menos cuatro puñaladas en varias partes del cuerpo.
La investigación quedó en manos de la fiscal María José Barrero Sahagún, titular de la Unidad de Investigaciones Concretas de Curuzú Cuatiá, quien por estas horas define la calificación del expediente.
También, deberá definirse el estado de salud mental de la acusada.
En la casa también estuvo presente el jefe de Unidad Regional III, el comisario mayor Juan Ramón Lima.
Según supo este medio, trascendió que se presume que la asesina tuvo un brote psicótico que derivó en la masacre.
Pese a eso, las fuentes se mostraron cautas y aclararon que esperan al informe psiquiátrico de la mujer, una vez sea dada de alta del hospital.
En cuanto a los datos familiares, no se tienen muchas certezas aún.
Al parecer, en la casa vivían la mujer y los dos niños.
De acuerdo con el Diario de Curuzú, que adelantó el caso, en el lugar se hizo presente el padre de los niños, quien en principio no tiene vinculación con el hecho.
No se sabe si el hombre vivía allí: entró en shock luego de que le informaron lo que ocurrió.
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