El Tribunal Oral Federal 8 fijó para este viernes la audiencia pública en la causa Memorándum con Irán, solicitada por la defensa de Cristina Kirchner.
El Tribunal Oral Federal 8 convocó para este viernes a la audiencia pública para debatir un planteo de nulidad de la causa por la firma del memorándum con Irán por el atentado a la AMIA, pedida por defensas de los imputados, entre ellas la de la vicepresidenta Cristina Kirchner.
"Creo que, en virtud de esta causa, que se conoce como el nombre de Memorándum, acusados de ser encubridores del más terrible atentado terrorista que sufrió nuestro país hace 27 años, la primera idea es demostrar, no a partir de los planteos jurídicos, sino de la más simple lógica, el disparate judicial, institucional y político que es esta acusación a quienes estamos hoy aquí”, expresó la actual vicepresidenta.
“Sería bueno preguntarnos a casa uno de los que hoy estamos acusados de querer encubrir lo que sucedía hace 27 años.
Es interesante este primer ejercicio de sentido común y lógica acerca de qué responsabilidades institucionales teníamos”, agregó.
Cristina Kirchner no escatimó palabras para explicar por qué, según ella, se reactivó la causa por el memorándum con Irán durante el Gobierno de Mauricio Macri.
"Cuando uno ve todo lo que hicieron, me ponía a pensar antes de venir para acá, si fue solamente para perseguir a opositores políticos.
Tanta violación de los códigos, de las formas, de la Constitución, de los derechos y garantías...
No les quedó nada por violar, ¿todo para perseguir a opositores? ¿Para estigmatizar a los opositores para que no ganen elecciones? Creo que hubo otras cosas", sentenció.
"En aquellos años en que me tocó ser Presidenta, sobre todo en 2014 y 2015, nos habían declarado la guerra los fondos buitres, que querían cobrar de la Argentina lo que finalmente cobraron...
Creo que también entre eso, lo del Memorándum con Irán, lo de Nisman, lo del dólar futuro y demás, todo (fue) creando el escenario para lo que vendría después, que no era solamente ganar una elección", convino Cristina Kirchner.
"En el año 14 y en el 15 nosotros habíamos tenido un triunfo resonante en Naciones Unidas por una labor impresionante de Héctor Timerman, que había logrado sacar por primera vez en la historia una legislación global en la que se establecía cómo se debía negociar la deuda soberana de los países", recordó la ahora Vicepresidenta, y agregó: que "gracias a aquello ahora se requiere el 66% para reestructurar la deuda y si el 66% está de acuerdo todos están obligados a aceptar esto.
Que fue lo que se aprovechó en esta última reestructuración" liderada por Martín Guzmán, ministro de Economía del Gobierno de Alberto Fernández.
"Pero mientras tanto los fondos buitres hacían campaña en todo el planeta con el Memorándum de Entendimiento con la República Islámica de Irán y con la AMIA", recordó la dos veces Presidenta, quien mostró un cartón con una de las solicitadas financiadas "por la Task Force Argentina, el grupo de choque de los fondos buitre" en el que se la veía con el ex presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, con quien tenía un "pacto con el diablo".
"Me quisieron doblar la mano durante años para que les pagara cualquier cosa y me negué. La historia ya la conocen. Pero era esto.
Quiero que lo fijen muy bien", sentenció la ex Presidenta.
Los negociadores oficiales e informales de los fondos buitres "decían que iban a venir muchos capitales de inversión" si se pagaba la deuda pendiente en los términos abusivos impuestos por el grupo de acreedores.
"Y pagaron, lograron sacar el candado para que no se pagara en forma distinta a lo que habíamos pagado a todos los acreedores que de buena fe habían aceptado la reestructuración de la Argentina en el año 2005 y en el año 2010", señaló Cristina Kirchner, quien se refirió a los fondos buitres como "el 7 % de los acreedores, que querían que les pagara una cosa que no podía ser".
"Me banqué lo que me banqué y no lo pagué", repitió la actual Vicepresidenta, quien insistió que "este memorándum, lo de vialidad, lo de dólar futuro, todo está armado para denostarnos a nosotros y que el pueblo argentino pueda entregarse débilmente para hacer lo que siempre hicieron desde afuera: dominarnos a través de la deuda externa".
"Esto es lo que pasa con el memorándum con Irán.
Tengo 68 años, ya fui Presidenta dos veces, no me mueve nada más que el dejarles un país a mis hijos y nietos y nietas un país mejor que el que recibió su abuelo en 2003", aseguró.
En ese sentido, ejemplificó: “Andrés Larroque tenía 17 años cuando sucedió el atentado de la AMIA, estaba terminando el quinto año en el Colegio Nacional de Buenos Aires; Juan Martín Mena – actual Secretario de justicia- tenía 15 años; Oscar Parrilli había abierto su estudio de abogados en Neuquén, había perdido la interna del partido justicialista y estaba alejado de la actividad de nuestro espacio político; Zannini era ministro de Gobierno de Néstor Kirchner que atravesaba su primera gobernación del ’91 al ’95; Angelina Bona era empleada de una empresa de servicios públicos en Río Gallegos”.
“Yo estaba sentada en una banca en la provincia de Santa Cruz, era legisladora provincial”, completó.
“No teníamos ningún contacto… Dicen los que investigan los crímenes que los encubridores normalmente son los que tienen intereses o conexiones con los autores materiales o ideológicos, o que, tal vez teniendo responsabilidades institucionales en materia de seguridad, inteligencia, tratan de borrar la responsabilidad que no ejercieron para prevenir el atentado”.
Las partes tienen acceso a través de la plataforma Zoom y la transmisión se puede seguir por YouTube, según resolvieron los jueces María Gabriela López Iñiguez, Daniel Obligado y José Antonio Michilini.
Cristina Kirchner sostuvo que recién tomó contacto con la causa en el año 1996 porque un año antes había sido designada como senadora nacional por Santa Cruz.
Fue entonces cuando se aprobó por ley una Comisión bicameral de seguimiento de investigación sobre los atentados a la AMIA y a la Embajada de Israel.
Esa Comisión, recordó Cristina Kirchner, funcionó hasta el año 2001 y estaba integrada por diputados y senadores.
“Los que realmente trabajamos fuimos cinco. El presidente, el “Gringo” Soria, padre del actual ministro de Justicia; Juan Pablo Cafiero, papá del actual Jefe de Gabinete; Marcelo Stubrin por la UCR; y Melchor Cruchaga”, enumeró.
El último informe fue publicado en el año 2001: “Yo ya tenía una posición sumamente crítica respecto al curso de la investigación que desarrollaba el entonces juez federal Juan José Galeano.
Veía que no íbamos a ninguna parte y me daba cuenta que la AMIA se había convertido en un teatro de operaciones de la política interna e internacional”, sostuvo.
La vicepresidenta recordó entonces que declaró como testigo en el Tribunal N°3 en diciembre de 2003 a pocos meses de que Néstor Kirchner asumiera como Presidente y mientras ella era senadora: “Declaramos todos los miembros de la Comisión. Luego del 2015 también, y ahora estoy como encubridora del atentado al que fui a dos juicios orales a declarar como testigo. Esto revela el disparate de estas actuaciones”.
“En una audiencia dije que la causa de la AMIA se había convertido en un tablero de la política y ahí se comprobó que se habían pagado 400 mil dólares a Telleldín para que imputara a policías de la provincia de Buenos Aires.
Algunos creyeron que de esa manera iban a perjudicar a Eduardo Duhalde”.
“Esto ratifica que desde el inicio esta causa tuvo una marcada orientación a intervenir o ser usado un drama como este en la política”, reiteró.
La audiencia fue convocada para debatir un planteo de nulidad presentado por la defensa de la ex presidenta y otros imputados, que piden que se declare nula la re-apertura de la causa y no se realice el juicio oral.
El TOF8 rechazó un planteo de recusación para apartar al fiscal del caso Marcelo Colombo, que habían presentado las querellas de familiares de víctimas y la DAIA.
Los planteos de nulidad se basan en reuniones que tuvieron dos jueces de la Cámara Federal de Casación Mariano Borinsky y Gustavo Hornos con el entonces presidente Mauricio Macri en momentos en que los dos magistrados debían resolver sobre la causa abierta por denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman.
La pesquisa había sido cerrada por inexistencia de delito pero Borinsky y Hornos dispusieron su re-apertura.
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