Del éxtasis a la agonía: La correntinidad al palo (Opinión)

El miércoles de la semana pasada el gobernador Gustavo Valdés anunciaba encantado frente a los productores de ganado correntinos que "Por cada correntino nosotros tenemos cinco cabeza de ganado"Nota relacionada

Gobernador Gustavo Valdés. Foto de achivo.
Un día después el INDEC informaba que la provincia de Corrientes tiene el índice de pobreza más elevado del país, ubicándolo en el 49,3% de pobreza personal y 38,4 de pobreza en los hogares.

Es decir que, casi medio millón de correntinos está por debajo de la línea de la pobreza, aunque paradójicamente tengamos la dicha de contar en nuestro basto territorio, con cinco cabezas de ganado por cada ciudadano.

Lo que marca esta realidad es que el gobierno provincial tiene como objetivo político principal el desarrollo de las economías privadas, antes que la población en general, para lo cual fue elegido.

La incongruencia puesta de manifiesto por las palabras del gobernador y los datos del INDEC, indudablemente producen un tremendo choque discursivo, entre lo que se dice que es, y lo que realmente es.

Si la provincia tiene el potencial anunciado por Valdés; cómo se explica entonces que quinientos mil correntinos estén sumidos en la pobreza y no alcancen a satisfacer las demandas de la canasta básica alimentaria.

La explicación más clara es que Valdés y su grupo de funcionarios, al igual que su antecesor Ricardo Colombi, sólo gobiernan para favorecer a las clases acomodadas de la provincia, a los que constantemente les otorgan beneficios para mejorar la rentabilidad de sus empresas privadas.

Mientras tanto el ciudadano común, apenas llega a fin de mes con los módicos ingresos que logra por medio de sus grandes esfuerzos, sin contar con las oportunidades de los sectores privilegiados, afines al gobierno.

La reacción inmediata del gobernador correntino al conocer las estadísticas, fue descalificar los datos difundidos por el INDEC, administrado por su socio político a nivel nacional, Mauricio Macri.

Resulta que los datos de la verdad de Todesca, titular del INDEC, ahora están bajo un manto de sospecha, por las formas de obtener las estadísticas.

En lugar de tomar medidas urgentes sobre la pobreza, el gobierno de Valdéz apuntó sus cañones hacia el enemigo interno, que hasta hace muy poco era un socio insospechado de traición. 

Pablo Lugo.
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