Lo sorprendieron a la madrugada. Una patrulla lo persiguió y al ser alcanzado se resistió a golpes. Quedó detenido y a disposición de la Justicia.
Foto: diario Época. |
Cursa el cuarto año en la Escuela de Oficiales, pero ahora sería expulsado. Cometió el delito junto a un cómplice.
Un cadete de la Escuela de Oficiales de la Policía de Corrientes fue sorprendido ayer robando. Junto a un cómplice sustrajo una motocicleta, se resistió a un procedimiento de identificación e, incluso, cuando lo demoraban atacó a golpes a los efectivos policiales en servicio.
El caso volvió a caer como una bomba de estruendo en la institución de seguridad provincial, cuyas autoridades, en paralelo a las actuaciones judiciales, deberían tomar serias cartas en el asunto.
Por ello, si bien no emitieron información alguna, adoptarían las medidas respectivas. No habría otro camino que la expulsión -del curso- del involucrado.
De acuerdo a datos extraoficiales conocidos por época, el protagonista del ilícito fue identificado como Jonathan César V., de 26 años, quien actualmente cursa el cuarto año y en un par de meses debería recibirse como Oficial y Técnico en Seguridad Pública y Ciudadana.
De esta manera tendría inmediato desempeño en los cuadros policiales.
En el barrio 9 de Julio, conocido como “Laguna Seca”, ayer a la madrugada el cadete circulaba en una Motomel Blitz 110 gris, sustraída rato antes a un muchacho que participaba de una reunión festiva en el barrio Pirayuí.
Cerca de las 4, una patrulla del Grupo de Respuesta Inmediata Motorizada 2 (GRIM 2), en recorridas de prevención de ilícitos en una camioneta, divisó en calle Sussini a este sujeto a la par de otro, quien se movilizaba en una motocicleta tipo cross, Honda Tornado 250.
Ambos quedaron al descubierto porque apenas vieron al móvil con balizas encendidas hicieron maniobras evidentes para evitar el encuentro. En síntesis, trataron de escapar.
El cadete de Policía bajó de la motocicleta robada, la dejó caer al pavimento -en medio de la arteria- y ascendió al vehículo de su cómplice.
Pero antes de que volvieran a emprender la huida, lograron demorarlos. Les cerraron el paso con el patrullero, a la vez que daban la voz de alto.
Para los hombres del GRIM 2 no fue tarea fácil reducirlos, ya que a esa altura, quienes eran simples sospechosos se resistieron a trompadas.
La novedad fuerte vendría minutos después, con la identificación de quien sería el “futuro oficial” y de su compañero, un joven de 25 años, llamado Carlos María F.
La motocicleta recuperada tenía su tambor de ignición violentado, al igual que la traba de manubrio. Su propietario, un par de horas más tarde, radicó la denuncia de robo en la comisaría seccional Decimotercera.
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