Esta mañana, el abogado del único detenido por el crimen de la adolescente reveló un dato que terminó siendo falso y fue por la mala interpretación que hizo del informe forense. La chica tenía tierra en la boca y no en los pulmones.
A primera hora del día, Lucio de la Rosa, el abogado de Marcos Bazán, el único detenido por el crimen de Anahí Benítez, lanzó una escalofriante revelación: que la adolescente había sido enterrada en estado de inconsciencia pero con vida.
El dato conmocionó a todos, pero hacia la tarde fuentes de la investigación descartaron a C5N esa teoría y fueron enfáticos: hubo una mala interpretación del letrado del informe forense.
La autopsia lo que indicó es que la chica, de 16 años, tenía "presencia de tierra en la lengua" lo que "sugiere que ha estado con la boca entreabierta al momento de su sepultamiento".
Esto quiere decir que Anahí tenía tierra en la boca pero no en los pulmones, lo que debería haber sido necesario para determinar que estaba con vida.
Para los peritos, la adolescente tenía tierra porque fue enterrada con la boca abierta. Y el letrado hizo un lectura errónea del informe médico, aclararon fuentes de la investigación al canal de noticias.
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