Este Sábado se llevó a cabo en Casa del Bicentenario la Jornada de Prevención y Actuación de la Violencia de Género impulsada por el Ministerio de Seguridad de la provincia y organizada por el municipio local.
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| Olivieri y Alegre en primera fila en la Jornada contra la violencia de género. |
El comienzo de la misma estaba pautado para las 16,30 pero no inició hasta pasadas las 17,00 a la espera de la presencia del Ministro de Seguridad de la Provincia Horacio Ortega, que de todos modos llegó luego de comenzado el evento.
Además del funcionario provincial participaron de la Jornada el intendente Miguel Olivieri, el Juez en lo penal Eduardo Alegre, los Comisarios Ayala y Correa junto a una veintena de policías de ambos sexos, representantes del Ejército Argentino y de Prefectura Naval, como así algunos Concejales, personal de Bomberos Voluntarios y del cuerpo de Inspectores de Tránsito municipal.
La charla fue dirigida con el objeto de enumerar y explicar los casos de violencia de género en sus diversas facetas, ya sea física, psicológica, económica, sexual, etc. También para explicar la creación del Centro de Monitoreo y Contención de Víctimas de Violencia de Género que depende del Ministerio de Seguridad de la provincia de Corrientes.
La gran cantidad de agentes policiales dio la impresión, que lo que se quiere lograr es que las fuerzas comprendan el importante rol que cumplen en la cadena de detección preventiva de posibles casos de femicidios y darles las herramientas necesarias para que conozcan como abordar profesionalmente el tema y dar intervención a la justicia resguardando la integridad de las víctimas y sus hijos.
La escasa participación de mujeres en un tema que debería ser de sumo interés para el género, sin dudas es una muestra clara de que todavía no están del todo definidos los espacios de transformación que tenuemente se están presentando y que vienen a romper, aunque de manera tímida, un orden patriarcal establecido desde antaño, donde la mujer es considerada casi un objeto.
De todas maneras el intento del gobierno provincial, aunque tardío, vale la pena. Lo lamentable es cuando desde el discurso de los mismos operadores contra la violencia, se intenta justificar a las instituciones que deben brindar protección y seguridad a las mujeres golpeadas o violentadas en cualquier otra forma, diciendo por ejemplo "y bueno el policía tiene un mal día como cualquier trabajador público o privado y eso no hay que achacárselo a la policía".
Ese tipo de contradicciones discursivas hacen caer en saco roto todo el esfuerzo que el gobierno, las instituciones y las víctimas de violencia, vienen realizando a lo largo y ancho del país desde hace años y vuelve permeable a las instituciones de ejercer otro tipo de violencia que está bien identificado y se conoce como Violencia Institucional.
En el dossier entregado por los organizadores al ingreso de la Jornada justamente se habla de la violencia institucional y se la caracteriza como "aquella realizada por las/los funcionarias/os, profesionales, personal y agentes pertenecientes a cualquier órgano, ente o institución pública, que tenga como fin retardar, obstaculizar o impedir que las mujeres tengan acceso a las políticas públicas y ejerzan los derechos previstos en la Ley 26485".
La mezcla de información sobre violencia contaminada con un discurso político ajustado al pensamiento conservador choca de frente contra la bien intencionada propuesta de apertura que necesita la temática para ser tratada ante un auditorio como el casereño que tiene en su historia varios casos de femicidios que son harto conocidos.
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