Francisco Gimenez, un peón rural que vive en el barrio Florida de nuestra ciudad, denunció ante los medios y la justicia a un grupo de policías que ingresaron a su vivienda utilizando la fuerza bruta en un procedimiento irregular. (Video con lenguaje adulto que puede herir susceptibilidades)
El caso se conoció el Sábado pasado cuando a través de las redes sociales la Coordinadora por los Derechos y la Justicia denunció los hechos y la noticia corrió como reguero de pólvora. Las fotos publicadas eran por demás elocuente sobre la violencia aplicada por los policías tanto a Francisco como a su hijo Cristian de 22 años.
Según las víctimas, en la madrugada del Sábado cerca de la una, un vecino y conocido de Francisco y su familia se acercó a la vivienda de éste a golpearle la puerta, aparentemente con intenciones de charlar, como el dueño de casa y su familia dormían, Francisco le pidió que de retire porque la hora no era apropiada para recibir visitas.
La insistencia del visitante al que identificaron como el "Tata" Galloso, era un tanto extraña, pero Francisco entendió que su vecino estaba entrado en copas y que no caía en la situación que estaba generando. Luego de varios minutos de pedirle que desistiera con que le abrieran la puerta, pareció que el hombre inoportuno se había retirado. En ese preciso momento Francisco escucho que a la puerta de su casa le pegaban una feroz patada que la sacó de sus quicios y entró un policía a los gritos y con una pistola en la mano golpeando al dueño de casa hasta ponerlo de cara contra el piso.
Seguidamente otros policías, hicieron lo mismo y se desperdigaron en las distintas habitaciones de la humilde vivienda donde la familia dormía, tomaron de los pelos a la mujer de Francisco que estaba en la cama, y la tiraron al suelo como a su marido, más tarde cayó Cristian que vive en una pieza contigua a la casa principal, asustado por los tremendos ruidos que se escuchaban en la casa de su padre.
A éste le tocó la misma suerte que a sus progenitores, le pegaron golpes en las costillas y la cabeza hasta que quedó tendido en el piso recibiendo todo tipo de improperios y amenazas contra él y su joven esposa embarazada.
De acuerdo con lo manifestado por Ramona, esposa de Francisco, las torturas y vejaciones se extendieron hasta las tres y media de esa terrible madrugada. No conforme con todo lo que le pegaron dentro de la casa a ambos hombres, luego los sacaron a las rastras al patio inundado por las copiosas lluvias que cayeron en los días previos y siguieron flagelando a ambos haciéndolos tomar el agua con barro del piso cuando hundían sus cabezas en los charcos.
Según parece, el vecino de Francisco, alias "TaTa" Galloso habría denunciado a la familia Gimenez por un robo que se había producido unos días antes en el Club del Barrio, donde los ladrones aprovecharon el mal tiempo e ingresaron a la institución y se llevaron camisetas, botines y algunas herramientas como ser una motoguadaña y una garrafa de diez kilos, entre otras cosas.
Los policías y la brigada arribaron a la casa de Francisco guiados por éste "arrepentido" y sin más irrumpieron en la vivienda haciendo un uso desmedido de la fuerza y causando daños a la propiedad y a la integridad física de los componentes de la familia, sin contar con una orden de allanamiento y sin identificarse como policías.
Luego se llevaron al padre e hijo a la comisaría y los siguieron castigando hasta el hartazgo, amenazándolos con violar a sus mujeres, si no decían donde estaban las cosas robadas. Luego de hablar con los denunciantes, infomontecaseros intentó tener una charla con el comisario Pedro Antonio Correa, a cargo de la departamental. El funcionario nos comunicó que debido a ordenas emanadas de sus superiores no iba a realizar declaraciones públicas sobre el tema, hasta tanto la justicia se expida al respecto.
No obstante, off de récords, pudimos averiguar que Correa está muy molesto con todo el asunto y con los subalternos que hicieron caso omiso a las órdenes emanadas por él en cuanto al tratamiento humanitario de las personas bajo custodia policial y dijo que aquellos cuatro o cinco que se creen que pueden hacer lo que quieran, van a tener que afrontar las consecuencias, cuando la justicia deslinde las responsabilidades.
Con respecto a que si se había tomado alguna medida interna con los policías señalados y denunciados, el jefe policial dijo que todavía no, pero que no descartaba que con el correr de las horas lo haga.
Apremios ilegales es una figura jurídica del Código Penal Argentino, que se refiere a un delito que se encuentra entre aquellos que atentan contra la libertad individual.
El apremio ilegal se produce cuando un funcionario público, haciendo
abuso de sus funciones o autoridad, o sin cumplir con las formalidades
indicadas por la ley, priva a alguien de su libertad personal, o aplica
cualquier tipo de vejamen y/o tormentos.
Es la forma eufemística de la
tortura que funciona, precisamente, "para tolerarla", utilizada así para
no aplicar otros tipos penales más comprometedores políticamente. wikipedia.org.
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