El Ministerio Público de Corrientes, representando por el Fiscal de Instrucción, Correccional y de Menores de Monte Caseros, doctor Oscar Federico Soto, formuló recientemente Requerimiento de Instrucción Formal por la muerte del joven Sebastian Antonio Largueri, apodado “Nino”, en el cual aparecen involucrados cuatro policías de la Provincia.
Los efectivos están acusados de los
delitos de privación ilegítima de la libertad agravada por la
intervención de funcionario público, lesiones leves agravadas por la
intervención de integrantes de la fuerza policial y abandono de persona
seguido de muerte, todos en concurso real.
El doctor Soto inició esta investigación
de oficio, apenas registrado el hallazgo del cuerpo de Largueri
flotando en las aguas del río Miriñay Chico, a 200 metros de su
desembocadura en el río Uruguay, el pasado 30 de agosto del año en
curso.
Y a partir de un testimonio en sede policial donde surge la
sospecha de que Funcionarios Policiales pudieran tener un grado de
responsabilidad en el hecho o en sucesos anteriores al fallecimiento de
Sebastian Antonio Largueri, solicitó a la Unidad Policial interviniente
remita las actuaciones al Ministerio Publico Fiscal para continuar en
dicha sede Judicial con la investigación preliminar. Una vez concluida
ésta, fue elevada al Juzgado de Instrucción local, dando apertura de la
Instrucción formal.
Los imputados –en el Expediente PXM
6110/15, caratulado “De oficio por averiguación de causa de muerte”– son
el Oficial Ayudante Cristian Fabián Íbalo, y los cabos Ramón Antonio
Goin, Walter García y Roberto Aguirre, quienes en las primeras horas del
15 de agosto pasado habrían introducido a Largueri en el móvil policial
marca Chevrolet Corsa, dominio OYU-709, identificación policial P-720,
llevándolo a un lugar no precisado de las afueras de Monte Caseros, por
la Ruta Provincial 25, para propinarle una golpiza. En un momento dado,
Largueri logra escapar y se interna en un monte, temiendo por su vida.
Ya avanzadas las horas del día, la
víctima es vista por empleados de dos establecimientos diferentes de la
zona y luego, en proximidades del arroyo Caráu, por cuatro militares que
se desplazan en un camión del Ejército Argentino, uno de los cuales da
aviso a la policía local por medio de una llamada al 911.
Otro de estos
efectivos declaró que escuchó decir a Largueri que lo había atrapado la
policía, aunque no dijo en dónde, ni qué policía, y que lo venían
golpeando en el vehículo, pero pudo escapar de ellos. “Pudo observar que
divagaba y que no podía coordinar palabra”, cita el fiscal Soto en su
requerimiento. Tanto los empleados como los militares declaran haber
observado que Largueri tenía signos de violencia en su cuerpo.
Largueri se presenta más tarde en el
Puesto Barrera en la Estancia Cambaí y es este mismo militar quien le
indica que debe ir en sentido contrario para volver a Monte Caseros;
luego, el joven es visto trotando cerca del Puente Timboy sobre la Ruta
Provincial 25, y también los efectivos del Ejército se cruzan con una
camioneta nueva de la Policía de Corrientes, cuyos ocupantes preguntan
si los habían llamado.
Ante la respuesta afirmativa del militar, que
también describe físicamente al joven, los funcionarios policiales le
contestaron “que ya sabían quien era y que lo iban a buscar”.
Luego de ello, el fiscal abre un
interrogante sobre el accionar policial, puesto que se desconoce la
actividad desplegada por sus efectivos, pero sí está en condiciones de
afirmar y así lo hace en el requerimiento que “los funcionarios
policiales no se presentaron ante el Puesto Cambaí a preguntar si
Largueri se encontraba allí para dar por finalizada la búsqueda o caso
contrario intensificarla (…).
Tampoco dieron aviso a las autoridades
policiales superiores y/o Judiciales de la situación que se hallaba
atravesando Sebastian Antonio Largueri”, advierte el doctor Soto.
Poder Judicial de Corrientes.
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