Tevez en la Bombonera: Boca fue una fiesta

"No, nunca se vio nada igual, ni parecido", era coincidencia unánime entre viejos conocedores del llamado Mundo Boca. La fiesta de presentación de Carlos Tevez en su regreso al club después de casi 11 años en Europa desbordó todas las previsiones, nadie esperaba semejante convocatoria, que rondó las 55 mil personas.


El jovencito que se fue al Corinthians cuando tenía apenas 21 años es hoy un hombre con 31 cumplidos que tiene un privilegio probablemente único, por lo menos inédito: nadie, hasta hoy, concentró a tantos hinchas de Boca sólo para recibirlo y agasajarlo.

Hasta Diego Maradona, luego de mucho tiempo, reapareció en su palco, ese balcón que da al centro del campo, para saludar al gran jugador que regresó a su casa. “Te amo, sos el más grande, gracias por venir”, le dijo Tevez. Diego colgó el trapo: “Gracias Carlitos por volver, Flia. Maradona”.

Tevez entró, vistiendo su nueva/vieja camiseta, recorrió el perímetro saludando a todos, despertó ovaciones de reconocimiento a cada paso, reverenció a los presentes, hasta se arrodilló en el césped, conmovido por una recepción que quizás a él mismo lo haya sorprendido.

“Vení, vení, cantá conmigo que un amigo vas a encontrar que de la mano de Carlos Tevez todos la vuelta vamos a dar”, fue el estribillo más escuchado a lo largo de una noche en que nadie se acordó del frío. La idea original era comenzar por habilitar los accesos a la tribuna baja y, en la medida en que la concurrencia fuera aumentando, abrir las puertas que hicieran falta. 

Muy temprano, sin embargo, se percibió que iba a haber que habilitar todos los accesos disponibles, porque la muchedumbre iba a colmar las instalaciones. Eran las 16, la apertura se había pautado para las 17.30, pero las filas de hombres, mujeres y niños que circulaban por las calles aledañas a la Bombonera parecían interminables y los vehículos agotaban las disponibilidades en los estacionamientos. 

Antes de las 18, la cancha estaba llena y numerosos fanáticos que andaban por las cercanías no se resignaban a quedarse fuera, esperaban el milagro de entrar.

Es de hacer notar que concurrió mucha gente que, en los últimos años, tiene muy pocas posibilidades de ver un partido de Boca, dadas las restricciones que se imponen. Al abrirse la convocatoria a cualquier interesado, ya que sólo se estableció la obligación de aportar algún elemento no perecedero para un comedor comunitario de Fuerte Apache, la patria chica del ídolo, hubo miles de hinchas que quisieron sacarse las ganas de estar en “su” cancha.

Ahora lo espera a Tevez la competencia, que no será fácil. En algo ya ganó: es difícil de imaginar que otro jugador, en el corto plazo, pueda reeditar lo que fue una fiesta inolvidable. Desde hoy, como dijo él, empieza a practicar con el plantel.

MundoD.


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