El miércoles se dispusieron 11 allanamientos en Concordia por infracción a la ley 24.769, sobre el Régimen Penal Tributario.
Foto: Prensa PNA. |
Durante los últimos años, mediante facturas electrónicas apócrifas, y solo en la provincia de Entre Ríos, se ha facturado una suma superior a los 350 millones de pesos.
La zona en la que se comercializan estas facturas abarca la costa del Uruguay, incluyendo la zona de Corrientes.
De acuerdo a fuentes judiciales la investigación lleva aproximadamente un año y se detectó que en el sector vinculado a los aserraderos proliferaron numerosas facturas truchas.
La misma investigación llevó a detectar a un contador público, el cual estaba prófugo.
La actividad delictiva comprendía la creación de una ingeniería fiscal para beneficiar a distintos contribuyentes, incluso a ellos mismos, atemperando su carga impositiva.
Dicha ingeniería consistía en la creación de sociedades pantallas o mediante la inscripción de insolventes o personas de escasos recursos, mediante el soporte intelectual y técnico de un asesor contable.
Durante los últimos años, mediante facturas electrónicas apócrifas, y solo en la provincia de Entre Ríos, se ha facturado una suma superior a los 350 millones de pesos.
La zona en la que se comercializan estas facturas abarca la costa del Uruguay, incluyendo la zona de Corrientes y parte de la provincia de Buenos Aires, especialmente Bahía Blanca.
Con la investigación se llegó a detectar también la existencia de una financiera oculta a cargo de un monotributista, que manejaba importantes sumas de dinero y que a su vez actuaba como prestamista, quién poseía un importante patrimonio que incluía autos y motos de alta gama, inmuebles y un corralón con actividad marginal.
Se estima que el perjuicio económico solo en 2018 fue de 1.200 millones de pesos, y en una sola empresa se estima que facturó 60 millones de pesos de IVA.
Dada la cantidad de facturas apócrifas descubiertas, desde la Justicia estarían buscando a las usinas donde se generaba este circuito ilegal.
Por otra parte remarcaron que "no se estaría buscando al que usa la factura trucha, sino que dada la proliferación de facturas truchas, se buscará a las usinas", en tanto que adelantaron: "Estamos siguiendo a otras organizaciones de similares características".
A su vez, no descartan que haya más novedades en los próximos días.
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Allanamientos
Con los datos recabados, a pedido de la AFIP-DGI Dirección Regional Paraná, el Juez Federal de Concepción del Uruguay, Pablo Andrés Seró, libró 11 órdenes de allanamiento, dirigidos a estudios contables, financieras, domicilios particulares y cuevas financieras de Concordia, procedimiento que se llevó a cabo con la colaboración de la Prefectura Naval Argentina (Delegación Zona Bajo Uruguay, Delegación Concordia y Grupo Albatros).
Los resultados fueron sorprendentes, la maniobra no solo configuraría la figura penal de asociación ilícita fiscal, artículo 15 Ley Penal Tributaria, sino también lavado de activo, según establece el artículo 303 del Código Penal.
En el procedimiento se secuestró documentación y equipos informáticos relevantes para la causa, como así también la suma de 4.500.000 pesos, 40.000 dólares y 700 cheques a cobrar por un monto superior a los 25 millones de pesos, lo que arrojaría un total de 30 millones de pesos.
Asimismo, se secuestraron siete autos de alta gama, entre ellos camionetas, Audi A1, Mercedez Benz, Kia Sportage, Jeep y Peugeot 308 y dos motos de alta gama (marca Ducatti y Kawasaky) y armas de grueso calibre.
Todos estos elementos quedaron a custodia de la Prefectura Naval Argentina.
El juez Seró ordenó también la inscripción de embargos sobre 23 propiedades de los sujetos involucrados, medida que fue ejecutada el mismo día del allanamiento.
Durante el procedimiento se llevó a cabo el arresto de los cabecillas por orden del Juez Pablo Andrés Seró, los que quedaron alojados en la Alcaidía de Concordia y a disposición del juez de la causa.
La AFIP / DGI ya se está preparando para la segunda etapa, determinar la deuda que los usuarios de estas facturas dejaron de ingresar al Fisco y formular a estos últimos la correspondiente imputación penal por "evasión fiscal".
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