En un partido en el que no le sobró nada y por momentos sufrió más de la cuenta, derrotó 1-0 a Sanfrecce Hiroshima y se metió en la final del Mundial de Clubes. Lucas Alario, que aparece en los momentos claves, marcó el único tanto luego de una mala salida del arquero japonés. Marcelo Barovero fue determinante para mantener el arco en cero.
River, sustentado en una gran actuación del arquero
Marcelo Barovero y con el olfato goleador de Lucas Alario, se instaló en
la final del Mundial de Clubes Japón 2015 tras una ajustada victoria
sobre el Sanfrecce Hiroshima por 1-0.
El único gol del
partido jugado en el estadio Nagai con la presencia de unos 15.000
hinchas riverplatenses fue marcado por el santiagueño Alario a los 27
minutos del segundo tiempo, con un certero golpe de cabeza luego de una
grosera falla del arquero japonés Takuto Hayashi.
River, actual
campeón de América, irá en busca del título el domingo próximo frente al
vencedor de la semifinal que animarán el Barcelona y el Guangzhou de
China.
El equipo argentino sufrió más de la cuenta para dejar en el camino al entusiasta rival japonés, que venía de sortear dos rondas en el torneo, ante el Auckland City neozelandés y el Mazembe de Congo.
Los dirigidos por Gallardo mostraron dos caras, una en el primer tiempo, cuando el equipo fue inexpresivo, no tuvo profundidad, frágil en defensa, sobre todo por el sector del colombiano Eder Álvarez Balanta, y carente de
peso ofensivo para inquietar a un rival rápido y contra golpeador, que
tres veces estuvo a punto de marcar de no haber sido por las brillantes
intervenciones de Barovero.
En la segunda etapa,
los japoneses no estuvieron tan precisos y el DT Millonario hizo un par
de cambios que le permitieron a River tener más la pelota y no sufrir en defensa.
En ese contexto, ingresó Lucho González
por Leonardo Ponzio, con la intención de romper las líneas con alguno de
sus típicos pases milimétricos, y el uruguayo Tabaré Viudez, ofensivo y
con buen cambio de ritmo, por Leonardo Pisculichi, quien repitió en
Japón las actuaciones discretas que tuvo durante todo el año.
El
gol de River llegó luego de una mala salida del arquero japonés ante un
centro de Viudez en la ejecución de un tiro libre, que aprovechó el
santiagueño Alario para facturar de cabeza en una de las pocas pelotas
que tocó en el partido.
Ese gol tranquilizó a River, que
tuvo más y mejor la pelota, y así pudo haber aumentado a diez minutos
del final, cuando el uruguayo Rodrigo Mora falló debajo del arco luego
de un buen desborde de Gabriel Mercado, uno de los mejores jugadores del
equipo que debió retirarse sobre el final acalambrado.
Los
japoneses agotaron los cambios y, desgastados en lo físico por la
seguidilla de partidos, terminaron tirando centros inofensivos que
permitieron a River controlar el juego y desatar el festejo final ante
la buena cantidad de público que viajó para verlo en Japón.
Télam
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