Es considerada una epidemia global y a nivel local las cifras resultan preocupantes. Cada vez más chicos correntinos sufren obesidad causada por mala alimentación y sedentarismo. Los padres juegan un rol fundamental a la hora de promover hábitos saludables.
Actualmente hay en Argentina más niños obesos que desnutridos. Esta
tendencia se ve reflejada a partir de 2007 por datos de la Organización
Mundial de la Salud (OMS) que afirmaban que un 10% de los chicos de 0 a 6
años presentaban aumento excesivo de grasa corporal mientras que un 2%
padecía la patología provocada por la baja ingestión de alimentos.
La
cifra se incrementó considerablemente en los últimos años, ya que hoy en
día el 40% de la población en edad escolar tiene sobrepeso. Corrientes
no escapa a esta situación.
La Licenciada en Nutrición Ruth Parra, que se desempeña en el Centro
Médico Amugenal de la capital correntina, recibe todas las semanas en su
consultorio a padres preocupados por este problema.
“Atiendo a gran
cantidad de pacientes pediátricos que ya no presentan sobrepeso sino
obesidad grado 1. Al hacer la anamnesis, es decir la entrevista inicial,
se puede constatar que las familias no tienen hábitos alimentarios
adecuados” aseguró la profesional.
Según explicó la Licenciada Parra, un niño obeso se caracteriza por
incrementar rápidamente de peso, repetir los platos dos o tres veces,
tener hambre todo el día y comer por ansiedad. Además, tiende al
sedentarismo y por lo general pasa muchas horas frente al televisor y la
computadora.
Se considera que la promoción de hábitos saludables a una edad temprana
y la actividad física son primordiales para afrontar esta problemática.
En este sentido, los adultos juegan un rol fundamental al ser los
encargados de elegir los alimentos y fijar los límites.
“Aconsejo
regular la cantidad de comida en porciones apropiadas, y pensar
colaciones o meriendas sanas y ligeras para el colegio, incorporando
frutas y lácteos, evitando el chipá, las papas fritas o galletitas
dulces” aseguró la Licenciada. Asimismo, sostuvo que algunos
establecimientos educativos de la ciudad ya están implementando los
kioscos saludables y su expansión resultaría favorable.
Por otra parte, Parra propuso alternativas para alentar el consumo de
vegetales entre los más pequeños, y afirmó que “no es necesario que
siempre se presenten como ensaladas, pueden prepararse cocidos o en
tartas, guisos y estofados elaborados de forma saludable ya que forman
parte de alimentación habitual correntina”.
Cabe destacar que los padres pueden recibir asesoramiento por parte de
los profesionales de la Nutrición desde que el niño nace, en caso de que
no consuma leche materna, o bien a partir de los seis meses de edad,
momento en el que inicia la alimentación complementaria.
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