El Área de Menores de Ceuta va a legalizar al niño, relata el letrado de la familia. La defensa vuelve a solicitar la libertad para el padre del menor, en prisión provisional.
"Esa era nuestra gran batalla", relata Juan Isidro Fernández, el abogado de la familia de Adou, el menor de 8 años que el pasado 7 de mayo cruzó la frontera ceutí dentro de una maleta. Una batalla que ya dan por ganada: "El niño se queda en España", asegura a EL MUNDO el letrado.
Después de reunirse con la directora del Área de Menores de la Ciudad Autónoma de Ceuta, Antonia Palomo,
la familia agradece el buen trato recibido con la certeza de que este
departamento les iba a "ayudar muchísimo". Tanto es así, que el defensor
de la familia ya confirma que, en un plazo de 20 a 30 días, el niño
abandonará el centro de menores en el que se encuentra y podrá vivir con
sus padres en España: "El Área de Menores va a legalizar al niño,
estamos todos muy contentos".
Un proceso que continúa mientras permanecen a la espera del resultado de las pruebas de ADN que tomaron a la madre de Adou, Lucie Ouattara, para comprobar su parentesco. Lucie se trasladó ayer a Ceuta para declarar en el juzgado y tuvo ocasión de reencontrarse con su hijo.
Más tarde volvía a Fuerteventura (Canarias), donde reside la familia, para atender a su otra hija, mientras que otros dos hijos continúan en Costa de Marfil.
La madre del menor declaró que no conocía los extremos en los que se
produjo la entrada en España de Adou, que sufría paludismo y podía
agravarse si continuaba en su país natal debido a la mala alimentación.
La defensa ha presentado otro escrito solicitando la libertad por escrito del padre de Adou, Alí Ouattara, que se encuentra en prisión preventiva, y será la Audiencia Provincial de Cádiz
en Ceuta la que determinará la posible puesta en libertad, informa EFE.
La juez del Juzgado de Instrucción número 5 de Ceuta ya desestimó la
petición, aunque Juan Isidro Fernández se mostraba esperanzado:
"Esperemos que salga esta semana".
El padre del menor, que también declaró ayer ante el juez, insistió en que no conocía el modus operandi
por el que el niño iba a ser introducido en España y su abogado asume
que ha sido "una víctima más de las mafias de la inmigración".
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