Había ocultado el envoltorio en un trozo de tela que tenía liada a su cuello.
7-12-23
La droga iba para un reo del pabellón de máxima seguridad.
Una mujer fue demorada ayer por la Policía, luego de que la descubrieran que pretendía ingresar un "bochón" de cocaína para su esposo condenado y detenido en la Unidad Penal N°1 en San Cayetano.
Había ocultado la droga en un pedazo de tela que llevaba en el cuello, indicaron fuentes allegadas al caso.
Fue cerca de las 11 de la mañana, cuando se presentaron en la puerta del Penal 1, algunos familiares de presos detenidos con intenciones de visitarlos y llevarles algunos elementos, comestibles, de higiene personal, cigarrillos o como una mujer de apellido Sanabria, que aprovechando la oportunidad, intentó acercar casi 5 gramos de cocaína sin cortar a su esposo, encerrado en uno de los pabellones de máxima seguridad.
Estaba en plena requisa, cuando uno de los guardias advirtió una anomalía en un paño que la mujer llevaba envolviendo el cuello.
De inmediato le ordenaron quitárselo y al solo tacto notaron que dentro del paño había un bulto importante que, al quitarlo, resultó ser una "bocha" conteniendo un polvo blanco.
Personal del Servicio Penitenciario provincial por orden de la superioridad, convocaron de forma urgente a los efectivos de la Dirección General de Drogas Peligrosas y Crimen Organizado, quienes sometieron el polvo al correspondientes test que arrojó resultado positivo para clorhidrato de cocaína con un peso total de 4,8 gramos, de estupefaciente al parecer sin cortar; es decir, de alta pureza.
Tras la confirmación de que se trataba de droga, se dio intervención a la justicia federal que determinó que la mujer quede en libertad, pero supeditada a la causa.
Se le incautó además de la droga, un teléfono celular que podría ser de importancia para la investigación.
El último caso en el que hallaron droga en esta unidad carcelaria se dio insólitamente de la mano de uno de los guardia penitenciarios, quien pretendió ingresar droga al penal, se presume que por encargo de alguno de los reos y con fines de comercialización.
Sucedió en el mes de septiembre y según trascendió oficialmente, fueron sus propios camaradas quienes descubrieron las intenciones del custodio y lo reportaron a la superioridad.
Si bien no se conoció la cantidad, sí su supo que el carcelero fue apartado de la fuerza.
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