El presidente electo ratificó su decisión de dejar todo en manos del mercado y desde la Cámara de la Construcción aseguraron que hay despidos.
23-11-23
El titular de la Cámara Argentina de la Construcción, Gustavo Weiss, explicó como afectará al sector los anuncios del presidente electo Javier Milei y aseguró que "ya hay telegramas de despido en empresas ligadas a la obra pública".
"Si las obras se paran como dice Milei, y vuelven a licitarse, se quedarían en la calle miles de empleados y muchas empresas quedarían complicadas", afirmó Weiss en una entrevista con Radio 10.
Y continuó: “Ya hay telegramas de despidos en las empresas por los dichos de Milei.
Las empresas emiten facturas con 60 días de antelación normalmente y están diciendo que no van a ejecutar más si no se les paga”.
El empresario contó que mantuvo una reunión con Guillermo Ferraro, supuesto ministro de Infraestructura del gobierno de Milei, y no obtuvieron respuestas.
“Tuvimos una conversación informal para comentarles la situación.
Él no nos transmitió ningún mensaje concreto del futuro para ver si todo esto que se está diciendo públicamente va a ser así”, relató.
Weiss dijo que al paralizar “3.500 obras que están en ejecución en todo el país con fondos nacionales”, que emplean “300.000 personas que pasarían a la calle” advirtió, “muchas empresas van a estar muy complicadas y al borde del concurso de acreedores”.
Aseguró que “si la obra pública desaparece, afectará también a las fábricas de insumos” y añadió que “no son muchas las obras públicas que tengan rentabilidad para que el privado se interese”, lo cual augura “un futuro complicado”.
“No tuve la oportunidad de hablar con Milei sobre este tema, pero lo que él transmite en su mensaje es que, si los municipios y las provincias no tienen dinero, van a tener que conseguir un privado que se interese en hacer la obra.
Eso en el mundo no supera el 7% a 10% de la inversión total porque no hay negocio para el sector privado”, señaló Weiss.
Ayer en una entrevista el presidente electo afirmó:
"Hay que licitarla para que la haga el sector privado.
Y si nadie quiere hacerla, significa que esa obra no tenía sentido desde el punto de vista económico y alguien va a tener que explicar por qué hicieron una obra que nadie quería hacer".
Y reforzó la idea de dárselas a los privados:
“Las obras van a tener que ser hechas por iniciativas privadas”.
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