La víctima es su hija menor de edad a la que además le habría provocado lesiones de consideración.
27-10-23
El sujeto fue encontrado en una zona de laguna, cerca del embalsado, cuando salió a tomar aire porque no aguantó la respiración en su última sumergida.
Un delincuente buscado por la Policía por orden de la Justicia en una causa iniciada por violar a su propia hija menor de edad, huyó del lugar al ver llegar los móviles de la fuerza y se escondió por casi tres horas entre matorrales, a la vera del río Paraná, sumergiéndose en las aguas cada vez que se le aproximaban los policías hasta que lo atraparon.
El sujeto, además, tiene problemas con varios de sus vecinos con quienes ya habría confrontado en el barrio Patono, indicaron a diario época fuentes del caso.
El procedimiento, ordenado por la jueza de garantías María Agostina Falcione, ante un pedido del fiscal a cargo Gustavo Alejandro Roubineau, se llevó a cabo ayer, alrededor de las 8, y fueron los efectivos de la Unidad Especial Antiarrebatos comandados por el comisario mayor Alberto Cano, con la colaboración de elementos del Destacamento San Marcos, quienes concretaron el oficio.
La orden era requisar una vivienda ubicada en el barrio Patono 2 de la capital correntina, donde además debían detener a un sujeto de 41 años, identificado como F. F. Frete, alias "Kiko", sobre quien pesaba una imputación por "abuso sexual con acceso carnal y lesiones", y tenía como víctima a su propia hija menor de edad.
El procedimiento debía ser rápido, ya que se trabajó sobre el factor sorpresa para poder detener al sujeto sin que este tuviera oportunidad a resistirse.
Pero todo el despliegue llamó la atención en el barrio y también al buscado, quien no perdió el tiempo y se dio inmediatamente a la fuga del lugar, con rumbo hacia la zona del río Paraná.
De inmediato se montó un operativo cerrojo por todo el barrio, que rápidamente se extendió hacia la costa del río Paraná, por donde "Kiko" habría escapado, para evitar ser atrapado por la Policía.
Al parecer, no era la primera vez que el sujeto se escondía en aquel lugar, ya que durante los rastrillajes en la zona, la Policía encontró una especie de ranchito montado muy precariamente, en el que no había ninguna persona y que al parecer funcionaba como refugio, cada vez que el violador sospechaba que lo venían a buscar para llevarlo detenido.
Por casi tres horas los efectivos de la Unidad Antiarrebato del Destacamento San Marcos, y más efectivos que llegaron de refuerzo, rastrillaron a pie todos los matorrales de la costa del río sin lograr ubicar al prófugo, hasta que promediando las 11:30 Frete quedó al descubierto al salir del agua, donde se estuvo escondiendo, en una zona de laguna entre el embalsado.
No pudo aguantar la respiración y los policías persistentes no se movían del lugar.
Allí mismo lo detuvieron; de su vivienda también habrían incautado algunos elementos de interés para la causa.
Luego fue trasladado hasta la base de la Unidad, ubicada en la Dirección General Metropolitana, en la que quedó a disposición de la Justicia.
Según indicaron fuentes allegadas al caso, la denuncia contra Frete habría sido realizada días atrás y fue durante este plazo en el que la Justicia pudo hacer distintos peritajes, informes médicos y psicológico con la víctima para poder así ordenar la detención del degenerado.
Frete, además, no gozaba de buena reputación en el barrio donde vivía y en el que ya tenía conflictos con varios de sus vecinos, por ser una persona que buscaba pleitos permanentemente, concluyeron las fuentes consultadas.
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