Desde la Fundación Rewilding Argentina que lleva adelante en Corrientes, el proyecto de reintroducción del yaguareté en el Iberá, con el apoyo del Gobierno provincial, entre otros, explicaron los efectos del regreso de dicha especie al hoy Parque Nacional.
9-10-23
De esta manera, con 18 yaguaretés viviendo libres en el Iberá, señalaron que algunos de los impactos esperados comienzan a evidenciarse positivamente, en lo que respecta a la recuperación de procesos ecológicos de este ecosistema.
Con la desaparición de una especie clave, como lo es el yaguareté, se pierden también sus interacciones ecológicas, afectando la estructura y función de los ecosistemas donde habitaba.
En este marco, la reintroducción de la especie mencionada tiene como uno de sus grandes objetivos recuperar relaciones ecológicas en las que este depredador participaba.
La teoría ecológica predice que el regreso del yaguareté podría generar efectos en cascada sobre los eslabones más bajos de la cadena trófica y regular procesos como la herbivoría y la competencia.
Así, el Iberá podría resultar en un ecosistema más diverso, más resiliente y con mayor capacidad de secuestrar carbono y colaborar con la mitigación del cambio climático.
Sin embargo, estas predicciones están siendo puestas a prueba utilizando técnicas científicas.
Por eso, diversos institutos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Proyecto Yaguareté y Rewilding Argentina, con el apoyo de National Geographic Society, aunaron esfuerzos para hacer frente a tareas de evaluación y monitoreo de “una manera sólida y confiable acerca de los efectos del yaguareté sobre el ecosistema, lo cual es una tarea fundamental pero sumamente compleja”, manifestaron.
Explicaron así, que con 18 yaguaretés viviendo libres en el Iberá, “algunos de los impactos esperados comienzan a evidenciarse, ya que monitoreos científicamente robustos permiten documentar los efectos sobre el ecosistema que resultan del regreso de su depredador tope”.
Para el investigador del CONICET e integrante del Centro de Investigaciones del Bosque Atlántico (CEIBA), que trabaja en el Proyecto Yaguareté, la reintroducción de esta especie que se está desarrollando en el Iberá, “es realmente un hito para la conservación del yaguareté a nivel mundial”.
Agregó además que “tenemos esa satisfacción de que venga saliendo todo tan bien, y esperanzados en que se pueda seguir multiplicando esta población y tal vez replicando la experiencia en otros lugares”.
Por su parte, también del CONICET-CEIBA, el investigador Carlos De Angelo, expuso que el proyecto “implica una experiencia muy única en entender cuál es el rol que el yaguareté tiene en este ecosistema.
Por ejemplo, los carpinchos forrajean en los pastos del Iberá, pero ahora que ya está el yaguareté, posiblemente cambiaron su comportamiento y ya no forrajean de la misma forma”.
Entonces, “cuál es esa cascada de impactos que puede tener el yaguareté para volver a hacer funcionar mecanismos en el Iberá que existían antes de que se extinguiera y que hoy en día se están recuperando a partir de la reintroducción”, detalló el especialista.
Dijo además que, desde los orígenes del proyecto, “estuvimos colaborando con Rewilding Argentina y con otros grupos de investigación del CONICET, para justamente hacernos estas preguntas y poder estar preparados, monitoreando antes y después de la reintroducción entre los distintos equipos, las distintas piezas de este rompecabezas que tiene que ver con recuperar procesos ecológicos en un ecosistema”.
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