Las pericias indican que fue estrangulada y echan por tierra la versión de la Policía según la cual la mujer, detenida por violar la cuarentena, se había suicidado en la celda.
El 5 de abril de 2020 Florencia Magalí Morales salió de su casa en bicicleta para ir a comprarle el desayuno a sus dos hijos de 7 y 11 años.
En plena pandemia de coronavirus Covid-19 ya regía el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) y Magalí fue detenida, según la versión de la Policía de San Luis, por ir de contramano en bicicleta y violar el ASPO, aun cuando estaba permitido salir a comprar comida.
Magalí fue llevada a la comisaría de la ciudad puntana de Santa Rosa de Conlara donde quedó detenida.
Horas más tarde el comisario le informó a la familia sobre la muerte de la joven.
Aseguró que se había suicidado en la celda. Las sospechas comenzaron casi de inmediato.
Ahora las últimas pericias realizadas al cuerpo de Magalí confirmaron que la mujer de 39 años murió a causa de una asfixia por estrangulamiento.
"Magalí no se suicidó, a Magalí la mataron en la comisaría", sentenció en diálogo con C5N su hermana Celeste, quien quedó a cargo de sus dos pequeños sobrinos.
Los resultados de las pericias indicaron además que las marcas en el cuello de Magalí son compatibles con los cordones de los borcegos que usan los efectivos policiales y no con el cordón del buzo con el que supuestamente se habría suicidado según la versión de la Policía.
"Además -siguió Celeste- las fotos de ingreso de Magalí en la comisaría muestran que llevaba un buzo que no tenía cordón y ellos dicen que se suicidó con eso".
Magalí había llegado hasta Santa Rosa de Conlara desde Mendoza escapando de una historia de violencia de género.
Los testimonios de otros detenidos dan cuenta de que Magalí pedía auxilio a gritos mientras estuvo detenida.
Ahora la justicia investiga al comisario y a los tres efectivos policiales que se encontraban en el destacamento al momento de su muerte.
Celeste contó además que cuando fue a retirar el cuerpo de su hermana en la morgue al comienzo no se lo querían mostrar y debió insistir para que lo hicieran.
Cuando finalmente la pudo ver descubrió que tenía dos moretones en el pómulo izquierdo.
Las pericias posteriores revelaron que tenía marcas de golpes en todo el cuerpo.
Con esta nueva información los abogados de la familia de Magalí solicitaron que la causa sea investigada como femicidio.
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