Al cumplirse exactamente una semana del acto en el cuál hirieron de un balazo al diputado Miguel Arias, se supo que se secuestraron varios teléfonos celulares de los asistentes. Se desvanece la hipótesis del disparo desde fuera del predio.
El cierre de campaña en Corrientes para las elecciones del domingo pasado tuvo su punto álgido y conflictivo en Tapebicuá, el pequeño pueblo del sureste provincial que se convirtió en el núcleo de los títulos nacionales de prensa.
En pleno acto de cierre del Frente Corrientes de Todos el diputado Miguel Arias recibió un disparo, y desde ese momento se suscitaron innumerables hipótesis, la mayoría de ellas con intentos de mezclar la cuestión con lo político.
En las últimas horas, de acuerdo a información de fuentes fidedignas, se secuestraron varios teléfonos celulares de los asistentes al acto (asistentes y organizadores) a través de los cuáles se busca intercambiar datos que podrían determinar al menos un sospechoso de haber disparado.
La misma fuente insiste que con el correr de las horas se consolida la hipótesis de que el disparo fue desde dentro del lugar donde se realizaba el acto político.
La suma de elementos permitió reducir muchísimo el ámbito de acción a raíz del análisis de tareas investigativas, balísticas, periciales y criminalísticas.
“Los datos preliminares consolidan la hipótesis que el disparo vino desde adentro”, insistió la fuente.
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