En comunicación telefónica con Paiubre Fm 87.9 Mhz. Miguel Vallejos que anteriormente tuviera un puesto de ventas en el predio del Gaucho Gil, habló sobre la realidad del lugar.
Declaró que esto era cuestión de tiempo porque se lo veía venir, pero los trabajadores no tenían herramientas para protegerse ya que la mafia que allí impera, desde hace años, goza de impunidad y destruyen a la juventud a través de las drogas para usarlos.
A los problemas de “apriete” que tenían los puesteros se sumaba la necesidad de contener a los chicos destruidos por las drogas, que se hacía de la manera en que se podía y muchas veces no quedaba otra solución más que echarlos del lugar, aunque ese no era el procedimiento.
“El estado provincial siempre estuvo presente, pero para proteger a los mafiosos que comenzaban a tener poder, y a pesar de las denuncias nunca hicieron lo que debían.
Hubo comisarios que se sinceraban y decían que ellos no podían hacer nada porque la orden venía de arriba y si no se cumplía tenían mucho para perder y no solamente en lo laboral sino la vida de sus seres queridos”.
Siempre se buscó que el lugar esté manejado por uno o dos y que estos sean funcionales al poder de turno reportando todas las novedades a la “corona” que tiene su base central en la capital provincial.
También aseguró que esto ahora depende de la fuerza de personas como Andrés Pintos y Juan Isaurralde que aguantan la presión que todo el tiempo les pone la mafia, que Juan se crió en el lugar y, junto a su familia, fueron obligados a abandonar su puesto porque no querían ni aceptaron ser parte de todo eso.
Según Vallejos todos los puestos que se tiraron abajo en la jornada del lunes y muchos de adentro están abastecidos por Ramona Villalba para manejarlos, así como maneja la droga del lugar junto a sus secuaces.
“Es inadmisible que en ese lugar haya habido un puesto policial y lo sacaran porque a los mafiosos del lugar les molestaba, eso deja en evidencia de la complicidad con el poder que tienen”.
En 2016 vino un chico que yo le había dejado mi carrito el día que decidí irme y me dijo que le pusieron un puesto enfrente generándole una competencia desleal y que el entonces Crio. Toledo le había cobrado $10.000 como “coima” para actuar en el lugar, pero al otro día se excusó que esa era jurisdicción de la comisaría tercera y que supuestamente él le había entregado ese dinero (coima) al comisario de la aquella comisaría para que actúe, pero este no quiso.
Finalizando Miguel Vallejos comentó que en ese lugar se maneja muchísimo dinero y que el mismo debe ser reportado a la “corona” y cada vez va ser peor porque últimamente en la provincia hay dos cabezas y se pelean por la caja.
“No toman de Boludos” declaró.
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