El protagonista de “Piratas del Caribe” habló por primera vez luego de la demanda frustrada contra un diario británico que dijo que era golpeador.
Johnny Depp fue noticia porque un grupo de mujeres cineastas cuestionó que el Festival de San Sebastián anunciara que le dará un premio a la trayectoria.
La razón de esa queja fue que el actor perdió una demanda por difamación que le había hecho al diario británico The Sun, medio que lo había acusado de violento.
Ahora, el protagonista de Piratas del Caribe rompió el silencio y arremetió contra Hollywood.
En una entrevista con el diario The Sunday Times, Depp dijo que pasó “cinco años surrealistas” desde que su ex Amber Heard lo acusó de violencia de género y que esa situación llevó a un “boicot de Hollywood”.
Aunque Depp no pudo hablar directamente del caso, aprovechó el estreno de su nueva película El fotógrafo de Minamata para referirse a cómo quedó afectada su carrera.
Por eso, contó que el film se pudo ver en Europa, pero aún no tiene fecha de estreno en los Estados Unidos, una situación que, presupone, está vinculada a lo que pasó.
“Todo lo que pasó, pasó. Pero, al final, esta parte particular de mi vida fue absurda. ¿Para qué Hollywood boicotea a un actor que estuvo en una situación desagradable y complicada a lo largo de los últimos años?”, se preguntó.
El intérprete tuvo un párrafo aparte para quienes son sus fanáticos.
“Siempre fueron mis empleadores. Compran las entradas, el merchandising.
Hacen ricos a todos estos estudios, pero ellos se olvidaron hace tiempo de eso. Yo no”, reflexionó.
Luego, amplió sus palabras de agradecimiento a sus seguidores.
“Estoy orgulloso de esa gente por lo que intentan decir, que es la verdad.
La verdad que intentan sacar ya que no sale en muchas publicaciones mainstream.
Es un camino largo que a veces se vuelve tosco. A veces simplemente estúpido.
Pero ellos continúan en el camino conmigo y es por ellos que lucharé. Siempre, hasta el final. Sea el que sea”, cerró.
La historia del juicio de Johnny Depp
Depp demandó a la editorial News Group Newspapers (NGN) y a su director ejecutivo, Dan Wootton luego de que difundieran un reportaje a Amber Heard en el que la actriz daba detalles de varias peleas verbales y físicas entre ellos.
La estrella adujo que la mención de que era golpeador le había dañado la imagen en Hollywood.
Durante el proceso se expusieron no solo los violentos episodios, sino también el pasado de excesos con el alcohol y las drogas del actor.
La figura de Depp, lejos de recuperarse, quedó más dañada.
Las historias que salieron a la luz fueron desde momentos escatológicos, hasta el reproche de varias infidelidades.
El intérprete, en todo momento, negó que le hubiera pegado a Heard y la actriz, cuando le tocó declarar como testigo, insistió en que vivió “años de violencia física y psicológica”.
El fallo desembocó en otra situación problemática para Depp.
Warner Bros., el estudio que lo contrató para encarnar a Grindelwald, le pidió que renunciara al rol, a pesar de que ya estaba en pleno rodaje.
“Respeto y acepto esa solicitud”, había expresado el propio actor en sus redes sociales.
En ese posteo, Depp se había quejado de la decisión judicial contraria a sus intereses:
“El surrealista juicio del tribunal del Reino Unido no cambiará mi lucha de contar la verdad y apelar este proceso.
Mi determinación continúa firme en la intención de probar que lo que se dice de mí es falso.
Mi vida y mi carrera no serán definidas por este momento”.
Desde Warner iniciaron una rápida búsqueda de un reemplazante y, en pocos días, contrataron al danés Mads Mikkelsen, uno de los preferidos del director David Yates.
Depp había aparecido por primera vez en la franquicia en Animales fantásticos y dónde encontrarlos, de 2016, antes de protagonizar la secuela, de 2018, Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald.
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