Uno de los principales reclamos al Gobierno es que se restablezca la ayuda de emergencia contra el hambre.
La Central Única de los Trabajadores (CUT), el Movimiento de los Sin Tierra (MST), la Confederación Nacional de Productores Rural y Agricultura Familiar (Contag), entre otros movimientos sociales en Brasil protestaron este miércoles para exigir la destitución del presidente Jair Bolsonaro, ante su negligencia en la gestión de la pandemia.
Esta movilización nacional demanda el aumento de la ayuda de emergencia R600 reales (108 dólares) contra el hambre y la hambruna que el Gobierno decreció ahora entre 150 y 350 reales (27 y 54 dólares).
Igualmente, claman por la vacunación y la realización de pruebas masivas a la población de Brasil contra la pandemia de la Covid-19, pues la postura de Bolsonaro ha sido la de desalentar la inmunización y el anuncio de medicamentos sin eficacia.
Se llamaron a acciones en la Explanada de los Ministerios, en Brasilia, a las 10H00 hora local (07H00 GMT) , con transmisión por las redes sociales de los movimientos, además de las protestas en grandes ciudades brasileñas.
Aunque la convocatoria fue para protestas presenciales, los sectores populares señalaron la necesidad de evitar aglomeraciones y seguir con los protocolos de salud para evitar la propagación del coronavirus.
Los colectivos compartieron en redes sociales los consejos para protegerse: uso de máscaras PFF2, uso de gel de alcohol y mantener distancia de dos metros entre personas.
Brasilia, Maceió, Cabo de San Agostinho y Florianápolis fueron escenario de los manifestantes durante la mañana.
En la capital, los manifestantes comenzaron su movilización frente al Congreso Nacional.
Las organizaciones entregaron a las autoridades parlamentarias una Agenda Legislativa de Centrales Sindicales de la Clase Obrera, con su posición sobre 23 proyectos parlamentarios.
El secretario general del Sindicato de Servidores Públicos Federales del Distrito Federal (Sindesp-DF) expresó:
“Este acto es de fundamental importancia, porque el virus es muy peligroso, pero Bolsonaro es aún más peligroso".
"Por eso tenemos que correr el riesgo de salir de casa para hacer este tipo de manifestaciones para acabar con el gobierno genocida de Jair Bolsonaro”, puntualizó.
Por su parte, la secretaria de Asuntos de la Mujer de Nova Central, Sônia Zerino, resaltó que “la agenda más grande es la ayuda de emergencia de R $ 600 contra el hambre y la miseria".
"Porque ¿qué se puede hacer con una ayuda de R $ 250 cuando el tapón de gas solo es de R $ 100?
Entonces, cualquiera que no muera de Covid-19 muere de hambre.
Necesitamos izar la bandera de la vacuna en el brazo y la comida en el plato”, comentó.
Este martes, Brasil llegó a 452.031 víctimas de la pandemia, con solo 2.173 muertes en la última jornada.
Además, se detectaron 73.453 nuevos contagios, sumando 11.619.420 desde el comienzo de la crisis sanitaria.
Según el consorcio de medios locales, se han vacunado solo 42.991.742 con la primera dosis, lo que representa un 20,3 por ciento de la población.
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