Una inmediata y oportuna orden judicial permitió la urgente atención de una perra que estaba atada y abandonada en una vivienda deshabitada en el barrio Santa Catalina.
Una Fiscal ordenó que se pueda ingresar a la casa y así se pudo alimentar al animal.
Todo ocurrió durante la jornada del Viernes Santo cuando se conoció sobre el hecho de una perra que estaba atada, sin agua, ni comida y absolutamente sola desde hacía varios días en una casa deshabitada del Invico de Santa Catalina.
La pobre perra lloraba todo el tiempo y los vecinos no sabían qué hacer, porque no podían ingresar a una propiedad privada.
Fueron entonces a la comisaría donde no les tomaron la denuncia porque era feriado y además, les dijeron que necesitaban una orden judicial para ingresar, lo cual es cierto.
Entonces la fiscal Andrea González se ocupó del tema: dio la orden para que la Policía ingrese a la casa a darle agua y alimento a la pobre perrita.
El hecho, inhumano e incomprensible, deja dos delitos por investigar: el maltrato animal y además tienen a la pobre perra atada y en ese estado para cuidar una casa que está vacía, o sea, tienen una vivienda que evidentemente no necesitan.
Mensajes Gmail
Mensajes Facebook