En una conferencia de prensa llevada a cabo en el mediodía de éste sábado 26 de septiembre, quedó demostrado palmariamente que las cosas no se están haciendo bien para controlar la pandemia local.
La buena noticia es que de los 31 hisopados últimos, sólo 1 dio positivo para Covid-19; se trata de una mujer que había perdido el olfato y se acercó con su marido al nosocomio para ser analizada.
Trabaja en el Regimiento y en otras actividades, pero dijeron en conferencia, que a su lugar de labores en el Ejército, no va desde hace 15 días.
El Dr. Miño preguntado sobre si se le realizaron los hisopados al esposo de la mujer, dijo que no, en principio porque no se sabía si la paciente era positiva, y que el hombre no se había presentado porque no lo citaron para tal ocasión.
Más tarde, ante la insistencia de los periodistas comenzó a desdecirse de lo que había aseverado minutos antes.
Ante las declaraciones contrapuestas de Miño, Olivieri intentó apaciguar los ánimos, sabiendo que esa conducta discursiva oscilante del galeno, estaba siendo vista en vivo y en directo por cientos de personas.
El intendente quedó rojo de la vergüenza o de bronca, vaya uno a saber, pero no pudo disimular su incomodidad, mientras Álvarez y Paniagua, se le acercaban instintivamente para protegerlo.
Finalmente y ante la presión de los medios, que evidentemente manejan información de buenas fuentes; Olivieri decidió anunciar que con la llegada del Comité de Crisis de Corrientes, se van a tomar mayores muestras, "como lo debimos haber hecho, desde el primer día", sentenció.
Está más que claro que la pandemia local se manejó de manera muy desprolija, con muchas informaciones contradictorias y medidas ambivalentes, que nos lleva a tener hasta hoy, 18 casos positivos luego de una semana, y lo peor es que todavía no se conoce el nexo epidemiológico del último caso.
Todo el esfuerzo que hicimos los casereños en todos estos meses, se ven arrojados por la borda, cuando las autoridades no toman las medidas apropiadas, en el momento justo, para evitar lo que podría convertirse con el tiempo, en una catástrofe.
Pablo Lugo.
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