Esta mañana nos acercamos hasta el mencionado barrio para tomar registros del accionar de la Brigada Antiexplosivos, para desactivar el proyectil de mortero, hallado en el lugar.
Nuestra sorpresa fue grande al llegar hasta la zona crítica y no encontrar una guardia de seguridad para evitar que alguien manipule el artefacto, considerado peligroso por los expertos.
Al llegar al "mamelón" nuestra sorpresa fue mayor cuando advertimos que la bomba ya no estaba en el lugar; desapareció, se esfumó.
Al conversar con algunos vecinos, nos encontramos con varias versiones sobre lo acontecido.
Según dicen, manos anónimas tomaron el proyectil y se lo llevaron a un lugar descampado para evitar que los especialistas hagan detonar el artefacto en medio del barrio.
Otra versión no menos creíble, indica que el proyectil descansa en el fondo del río Uruguay; cuando todos dormían un anónimo tomó el proyectil y se lo llevó lejos de las casas de los vecinos y lo dejó caer en las aguas del río.
A ciencia cierta no se puede confirmar nada de esto que les contamos, sólo podemos decir que esta mañana la bomba ya no estaba en el lugar.
Misterios de una ciudad dinámica y una solución Salomónica, en tiempos de mucha angustia social.
¿Qué dirán las autoridades al respecto?
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