El domingo 12 de abril, en Tunuyán, provincia de Mendoza, unos chicos estaban frente a la estación de servicios Oil, donde hay un restaurant.
Cuando vieron que se acercaba un patrullero, se asustaron y huyeron. Kevin, menor de edad, escapó en su moto.
La policía lo alcanzó y cuando su hermano Ezequiel, de 18 años, vio que lo golpeaban, intentó intervenir para defenderlo. Ambos fueron detenidos y llevados a la comisaría.
El más chico empezó a sentirse mal, con evidentes signos neurológicos. Lo llevaron al hospital, donde le indicaron tomar té y Diclofenac y lo entregaron a la madre. Más tarde el pibe empezó a vomitar sangre.
Trasladado en ambulancia de vuelta al hospital, una operación exploratoria de urgencia reveló graves lesiones traumáticas en el hígado.
Mientras tanto, Ezequiel fue liberado el lunes. Kevin sigue internado en grave estado, a la espera de una nueva intervención quirúrgica.
Estamos en comunicación con su hermano y su madre, la que ya se ha puesto en contacto con la fiscalía interviniente para constituirse como parte en la causa judicial.
El mismo día en la madrugada, otra persona privada de su libertad apareció muerta en su calabozo, en el penal de San Luis.
Hace un mes que en esa unidad carcelaria hay reclamos, protestas y huelga de hambre reclamando elementos de higiene y alimentos para afrontar la situación de suspensión de las visitas de familiares.
Es el segundo “suicidio” desde el inicio de la emergencia.
El lunes 13 de abril, ocho personas que reclamaban en la casa de gobierno de la provincia de San Juan por su situación laboral fueron detenidas por la policía provincial.
Se trata de despedidos de la empresa INPROLEC, que quedaron a disposición del Fuero de Flagrancia.
Desde General Arenales, provincia de Buenos Aires, nos llega la denuncia de Clarisa, que cuenta lo ocurrido con su hijo Damian, de 17 años, el sábado a la noche.
El chico regresaba en auto a su casa cuando apareció un móvil de la policía.
Se asustó e intentó huir, pero le empezaron a disparar, por lo que se detuvo. A pesar de la ausencia de toda resistencia, lo golpearon y patearon hasta hacerle perder el conocimiento.
Se despertó esposado, camino al hospital, con un arma apuntándole a la cabeza. Muchas horas después fue entregado a sus padres y hoy se recupera en su casa.
En Bahía Blanca, Luciano González sacó su viejo perro boxer para que caminara un poco e hiciera sus necesidades. Fue interceptado por la policía en la misma esquina de su casa.
Cuando el hombre le manifestó que era una actividad permitida en cercanía, lo golpearon y mantuvieron detenido desde esa noche hasta las 7 de la mañana siguiente.
Las lesiones que sufrió son evidentes en las fotos que posteó, y que fundarán la denuncia contra el personal policial.
En Joaquín V. González, Salta, Emiliano Albarracín, un joven de 17 años, iba en su moto, con la que trabaja haciendo delivery para una sandwichería.
Personal policial lo persiguió y le dispararon. Está internado en coma, con un pulmón perforado, una pierna y la mandíbula quebrada.
En CABA, la policía de la Ciudad sigue sumando méritos represivos.
Esta vez cargaron contra un móvil de Canal 26, que circulaba hoy a la mañana por la avenida Rivadavia, en el barrio de Caballito.
El periodista Álvaro Páez alcanzó a anunciar al aire que los habían detenido, mientras el camarógrafo Ignacio Delfino registraba a un agente desenfundando su arma, que le dijo “bajate que te tiro”.
Naturalmente la primera exigencia policial fue que apagaran la cámara, cosa que los trabajadores no hicieron, logrando así registrar la intimidación policial.
Después de un rato, cuando otro móvil del canal llegó al lugar, los trabajadores de prensas fueron obligados a firmar un acta notificándose que quedaron imputados por el delito de “desobediencia ante la autoridad”.
Al rato, el vicejefe de Gobierno de CABA y ministro de Seguridad Diego Santilli argumentó que, según le informó la policía, la intercepción se debió a que era un vehículo con vidrios polarizados.
Claro que no dio ninguna explicación por el uso de las armas, ni anunció sanciones a los policías involucrados.
Se trata del mismo gobierno de la Ciudad que hoy aparece altamente cuestionado por una compra directa de barbijos a un precio exorbitante, por un total de 45 millones de pesos, lo que representa un costo de tres mil pesos por cada uno.
Cualquiera puede consultar en Mercado Libre el valor real del mismo tipo de barbijos en plaza.
Mientras tanto, un muchacho de 21 años, oriundo de Balcarce, provincia de Buenos Aires, cuyo formulario para cobrar los $10.000 del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) fue rechazado, manifestó su frustración en Twitter, donde publicó un mensaje que decía: “Che, que onda los que no cobramos el bono de 10.000 pesos. Sigue en pie lo del saqueo, ¿no?”.
Inmediatamente, el Área de Ciberpatrullaje y la Subdirección de Delitos Tecnológicos de la Gendarmería Nacional Argentina detectaron el posteo y ubicaron a su autor, que fue detenido e imputado por el delito de “intimidación pública” por la fiscal Laura Molina.
Debido a que el mensaje llegó a los 800 seguidores del muchacho en la red social, y algunas de esas personas lo retuitearon, no se descartan nuevas detenciones.
Una buena muestra de para qué sirve el ciberpatrullaje que venimos denunciando.
CORREPI sigue alerta para difundir todas las denuncias.
Mandanos tu testimonio, audio, foto o video.
La organización y la solidaridad popular siguen siendo nuestras herramientas para defendernos.
Cuidémonos colectivamente, del virus y de la represión.
La salida es la organización colectiva y popular.
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