A pesar de la cuarentena que nos obliga a minimizar al extremo nuestro contacto con las personas, nos dirigimos a la costa casereña, para tomar nota del estado del Río Uruguay.
La mañana con un cielo diáfano se prestó para tomar algunas imágenes de la hermosura de nuestro medio ambiente que invita a imaginarnos un tiempo de esperanza, donde luego de sortear el coronavirus podamos volver a reunirnos con la naturaleza.
El Río está sin registro de escala, es decir está tan bajo que no se toman los datos de altura, pero a la vez, nos presenta un paisaje totalmente renovado, donde las piedras surgen en la superficie como hacía mucho no se podían observar.
También como dato aleatorio, es bueno destacar el trabajo del personal de Prefectura Naval Argentina que constantemente recorre la ribera controlando la circulación de ciudadanos por la zona.
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