Anoche en Casa del Bicentenario el intendente de nuestro pueblo, realizó su clásico y aburrido discurso, donde las vaguedades e imprecisiones fueron por demás abundantes.
Ante un marco muy acotado de público, el intendente intentó explicar qué es lo que se hizo desde el Ejecutivo Municipal durante el año pasado. (Algunos sus allegados debieron llamar de urgencia a funcionarios, para que hagan número).
Para poner en contexto el cuadro, sería atinado considerar que el Ejecutivo Municipal, es decir Miguel Olivieri; contó con recursos extras, debido a la gran recaudación lograda por la Secretaría de Hacienda Municipal.
Y que además contó con $ 21.278.371,11 por mes, para cristalizar los proyectos presupuestados anteriormente.
El hombre contó durante 2019 con una caja presupuestaria de $ 255. 340.453,35 que le había aprobado el Concejo Deliberante.
¿Cuántas cuadras de cloacas se hicieron durante el 2019?, ni una; ¿cuántos metros de agua potable se llevó a los barrios? ni uno; ¿cuántas casas se construyeron o ayudaron a construir? cinco.
Lo único que quedó claro en el discurso de anoche, es que para realizar el famoso "Paseo de los Patos" se gastaron $ 700.000.
Todo lo demás fue un discurso sin datos, sin costos de inversión, sin cuentas claras para poder cotejar.
Si escuchan aunque sea una parte del discurso de Olivieri, podrán advertir que todo se sustenta en vaguedades, donde sobreabundan las palabras "muchísimas", "un montón" "cantidad", etc, etc.
Es raro que un profesional de una rama dura, como lo es la contabilidad, no pueda expresar en sus discursos datos precisos de costos, gastos, inversiones, objetivos políticos y económicos con la claridad y precisión que su formación lo requiere.
Realizó un discurso propio de un niño que se comió más caramelos de los que debía, e intenta explicarles a sus padres, que todo es maravilloso, mientras no le cuenten el cambio del mandado.
Haciéndose el distraído intenta convencer al pueblo de Monte Caseros que su gestión "es brillante", en su propia opinión y evaluación.
Te pinta que vivimos en una mansión de Hollywood y todos podemos ver, que estamos en una tapera, adornada con buenas flores y nada más.
Y cómo si eso fuera poco, se granjea como propia, las obras de la nación, la provincia y lo que es peor, la de los particulares privados.
El mundo de Olivieri es hermoso en su propia cabeza, todos pueden darse cuenta, que su camino es como el de las hormigas negras, mientras caminen por el centro y hasta la costanera, todo será muy bello y seguro, pero cuidado, si te salís del mismo te podés perder en la maleza.
Seguimos esperando la construcción del nuevo hospital prometido hace un par de años, el gas natural, el museo del carnaval, los baños en la costanera, las 44 cuadras de pavimento por un valor de $ 55.000.000 aprobadas por el Concejo y las 50 casas municipales por año.
Pablo Lugo.
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