Desde hace unos cuantos días, venimos viendo y compartiendo en redes sociales opiniones de bronca por la muerte de caballos en jineteadas, koalas y canguros en Australia, el chancho o cordero de Uruguay, entre otros.
Todas estas noticias nos llenaron de indignación y no está mal, pero si somos tan sensibles ante estos horrorosos hechos donde los animales, Creación Divina para unos, o desarrollo evolutivo para otros, son asesinados por diversión, deporte o ignorancia.
Cuánto más debiera enojarnos ver a nuestros prójimos siendo explotados y abusados por poderosos encumbrado en lugares de privilegio, decidiendo mesquinamente sobre la salud y condiciones laborales de nuestros trabajadores municipales, por ejemplo.
Hoy volví a ver a un grupo de laburantes municipales, montados sobre un tractor con una especie de acoplado abierto, donde juntaban distintos tipos de residuos, "no convencionales" les llaman.
Entre su recorrido, como es habitual, debieron limpiar los residuos patológicos de una clínica privada, cuyo contenedor se encuentra en la vereda de la institución.
Mi indignación fue muy grande, cuando vi que los trabajarores la mayoría de ellos contratados, que apenas si alcanzan a ganar $ 4.000,00 por mes, llevaban como único elemento de seguridad unos guantes de hilo de la más baja calidad, que de nada sirven ante el peligro inminente que resulta levantar los residuos patológicos.
Guantes de hilo cuyo valor en mercadolibre.com.ar oscila entre los 22 y los 80 pesos por unidad. Se imaginan cuanto menos podría pagarse por cantidad.
Me pregunto ante tal desprecio por la seguridad y la salud de los trabajadores, semi esclavizados que tiene el municipio, de personas que con toda dignidad intentan llevar un plato de comida a su casa y agacha la cabeza porque otra no queda, ¿nadie se revela? ¿nadie se indigna?
¿No es por mucho, más importante la salud y la integridad de éstas personas, que además son nuestros vecinos, y merecen tener por lo menos, algún mecanismo mejor de protección de su integridad física, ante los peligros que afrontan diariamente?
Por lo menos abastecerlos con guantes de descarne, que no sería lo óptimo, pero brindaría mayor seguridad; barbijos para que las bacterias y virus de esas bolsas con residuos patológicos no efecten su salud.
Qué poco se respeta al ser humano como sujeto de derecho en nuestra municipalidad, ¿cuánto habrá que invertir en guantes de mayor calidad para que las vidas de éstos servidores públicos no corran peligro?
También estuve mirando el precio de los guantes de descarne reforzados en el mismo sitio y cuestan entre 104 y 115 pesos; en comercio locales llega hasta los $160.
Si buscan precios de mascarillas o barbijos verán que cuesta menos que los guantes.
Entonces volviendo al tema de la indignación, ¿es más moderno expresar bronca en las redes sociales por los animales asesinados o maltratados en puntos distantes y en nuestra localidad, y de poco "glamour" indignarse por la suerte miserable que les ofrecen a nuestros compoblanos, que trabajan a diario para tener una ciudad más vivible?
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