El gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, fue a la Casa Rosada a pedir fondos que necesita para sostener su última gestión al frente de la administración provincial.
Foto: Presidencia de la Nación. |
26 mil millones de pesos y avales para créditos fue el paquete que El Gringo comenzó a negociar con el gobierno nacional luego de haber jugado abiertamente -disfrazado de prescindente- a favor de la fórmula presidencial de su amigo Mauricio Macri, herida que todavía no cierra al punto que no fue recibido ni saludado por el presidente Alberto Fernández.
Schiaretti fue atendido por el ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, que en una larga (y "cordial", según las fuentes) reunión de dos horas, que hasta incluyó un almuerzo de trabajo, lo indagó por las protestas de los empresarios agropecuarios cordobeses (Schiaretti les prometió defenderlos, semanas atrás, posición que habría ratificado ante De Pedro) y por la situación de la industria automotriz -la caída de los patentamientos durante 2019 llevó al sector a un presente muy difícil, mientras que las fuentes laborales vienen siendo contenidas por un endeble entramado de acuerdos de continuidad entre empresas y Smata-, y de la industria metalmecánica -con una capacidad ociosa superior al 50% desde hace dos años-.
Schiaretti quiere que el gobierno nacional le asegure este año un flujo de 16 mil millones de pesos para atacar el histórico déficit de la Caja de Jubilaciones provincial, descalabro que fue la punta de lanza del conflicto del ex gobernador José Manuel de la Sota con el kirchnerismo, disputa que llegó hasta la Corte Suprema de Justicia.
El actual primer mandatario provincial también quiere que Alberto Fernández le pague los 10 mil millones de pesos que Macri le quedó debiendo a Córdoba en concepto de obras que debían ser iniciadas o completadas con fondos nacionales.
Por si esto no fuera poco, Schiaretti quiere que la administración nacional le firme avales correspondientes a créditos en dólares también para obra pública.
Por ejemplo, la construcción de la autovía 38 -resistida por los vecinos y las organizaciones ambientalistas del Valle de Punilla- tiene asignado un crédito de la Corporación Andina de Fomento por 75 millones de dólares, pero falta la aprobación de la Casa Rosada.
Córdoba tiene una deuda al borde de la explosión: debe, según el último dato oficial (publicado el 30 de noviembre de 2019), 160 mil millones de pesos.
De este monto, más de 150 mil millones son deuda nominada en dólares y otros 2 mil millones son en euros. La composición en dólares de la deuda financiera alcanza el 94% del total.
El 34% del total del pasivo vence en el corto plazo (en cinco años), es decir, antes de septiembre de 2024.
A pesar de esto y antes de reunirse con De Pedro, Schiaretti quiso diferenciarse de la situación que María Eugenia Vidal le dejó a Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires (81% de su deuda en dólares) y anunció que va a cumplir "en tiempo y forma" con los vencimientos de deuda, empezando con unos 16 millones de dólares en concepto de intereses de su bono CO27, previsto para el 3 de febrero próximo.
De esta forma, Schiaretti ahora se estaría haciendo el prescindente en la supuesta estrategia del gobierno nacional de presionar a los acreedores para llegar a un acuerdo en el reperfilamiento de los vencimientos de este año mediante amenazas de default de provincias y municipios.
Con 94% de deuda en dólares, Córdoba es la segunda provincia argentina más endeudada (luego de Santa Fe, que encabeza con el 97%), seguida por Buenos Aires, Chubut, La Rioja, Neuquén y Entre Ríos.
Schiaretti no sólo quiere fondos de Buenos Aires, sino que también ya decidió obtener recursos de los bolsillos de los contribuyentes cordobeses: a fin de año aumentó luz, agua e Inmobiliario Rural (de hasta un 77%).
Pero además, recibirá unos 4.500 millones de pesos extra por la suspensión del Pacto Fiscal -que se firmó el 17 de diciembre, la última ocasión en la que De Pedro y el cordobés se habían visto-.
Antes de finalizar el encuentro, Máximo Kirchner ingresó en la oficina de De Pedro y tuvo un "diálogo informal" con Schiaretti, según dijeron desde El Panal cordobés.
Semanas atrás, el hijo de Cristina Kirchner coordinó con los diputados nacionales cordobeses el quórum para el tratamiento de la ley de Solidaridad Social.
Muy cerca de ahí, el presidente Alberto Fernández continuaba con su agenda de trabajo. No hubo encuentro ni saludo entre ambos mandatarios. Tampoco estaba previsto, dijeron desde el entorno de ambos.
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