Desde el cierre del Ferrocarril General Urquiza decretado por el ex presidente peronista Carlos Saúl Menem en el año 1992 "Gran Capitán" y 1993 "El Misionero", Monte Caseros se debate entre su historia y su futuro.
Un pasado no muy lejano nos trae ramalazos de recuerdos de campanas, silbatos, corridas y algarabía en nuestra estación local, donde las personas podían viajar hacia el norte o hacia el sur con toda seguridad y a un precio módico.
Allí en esa estación, como en otras de distintos pueblos, se vivía febrilmente la llegada o partida de la formación férrea a sus destinos marcados.
Un futuro ojalá no tan lejano, tal vez, nos vuelva a traer esos viejos y casi olvidados sonidos y bullicios de nuestra estación "Monumento Histórico" según el concejo deliberante.
Pero entre ese pasado y aquel futuro, el ferrocarril aunque muerto, le siguió brindando bocanadas de vida a nuestra ciudad, para que su muerte simbólica, no se transforme en una muerte real del pueblo.
Sus despojos sirvieron y sirven aún para darle mejor vista a muchos edificios públicos, viviendas privadas, y hasta ese sustento firme a las tribunas del corsódromo donde cada año revive la alegría.
Quizás esos indicios de su existencia, vuelvan a resurgir dándole otro impulso de crecimiento a nuestra localidad, que espera pacientemente la vuelta del tren.
Varios gobiernos peronistas y no peronistas pasaron por el medio, pero los intentos por hacer volver al tren de pasajeros, fueron vanos e infructuosos.
Talleres llenos de trabajadores de distintos oficios se cerraron sin más; muchos jóvenes sin trabajo hoy, podrían comenzar allí una carrera de vida y camaradería si las cosas volvieran a funcionar; no como antes sino mejor, con inversiones, con calidad, con seguridad y sobre todo con rentabilidad.
Hay mucho por hacer en el país es cierto, pero poner en marcha el servicio de ferrocarril de pasajeros, ayudaría mucho a que las zonas rurales o semi rurales se vuelvan a poblar.
Habría una alternativa más barata para viajar, y un mundo por descubrir para aquellos que nunca pudieron conocer cómo es viajar en un tren, desde la estación de tu pueblo.
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