Merenderos barriales: La demanda sigue en alza y agregan otras actividades

Si bien las vacaciones de invierno suelen acercar mayor cantidad de niños y niñas, desde algunos de estos centros comunitarios advirtieron que el incremento se viene dando igual por la crisis. 


Organizan colectas, juegos y deportes. Pese al poco movimiento registrado en calles y oficinas públicas por la segunda semana de vacaciones de invierno, existen espacios que no se toman descanso, sobre todo aquellos que ocupan un rol de contención social en medio de la crisis económica. 

Numerosos centros comunitarios se mantienen día a día brindando asistencia de todo tipo en los barrios más vulnerables, y de entre ellos se destacan los comedores y merenderos “a pulmón”, en los que semana a semana mantienen un leve pero constante crecimiento en su demanda. 

Y no se trata solo de niños y niñas, ya que éstos suelen concurrir también acompañados de sus tutores. 

“Es cierto que en las vacaciones suele aumentar la cantidad de chicos que van a los comedores y merenderos, pero acá nosotros venimos advirtiendo un crecimiento sostenido desde hace años”, comentó a El Litoral Eva Romero, referente de Barrios de Pie, organización que colabora con unos 27 centros comunitarios que brindan alimentos. 

“Nos mantenemos con las donaciones de la gente o de kioscos y verdulerías, siempre colaboran”, agregó. 

En la misma línea se pronunció Gisela Alvarez, encargada del comedor Piecitos Descalzos que funciona en la zona de Punta Taitalo. 

Según su experiencia, las vacaciones no hacen tanta diferencia puesto que “desde hace unas tres semanas venimos recibiendo cada vez a más familias”, llegando a contabilizar unas 40 el sábado pasado, oportunidad en la que hicieron entrega de donaciones de ropa.

“Antes hacíamos meriendas solamente los domingos, y ahora tuvimos que extendernos al martes o miércoles con una copa de leche o un cocido”, añadió Alvarez. 

En el comedor Sembrando Sueños del barrio Río Paraná también se vive una situación similar. Stella Sánchez, coordinadora del espacio solidario, relató que “cada fin de semana hay caritas nuevas”, y hasta el momento registran un promedio aproximado de 150 asistentes habituales, que se potencia durante los fines de semana. 

“Nosotros seguimos como siempre, los chicos retiran la leche los sábados y domingos con jarras, botellas o tachos, y deben llevar a sus casas para tomar con sus hermanitos. Suelen ser más de 35 las familias que se acercan a retirar”, sostuvo la mujer. 

Recreación 

Más allá de que la prioridad de los comedores es intentar cubrir una necesidad básica -problema del que no deberían hacerse cargo pero lo hacen por altruismo, ante la ausencia de los responsables-, en varios de estos centros comunitarios también se realizan otras actividades, tanto de donación de ropa o bienes de necesidad, como actividades recreativas para los más chicos, aprovechando las vacaciones de invierno. 

Romero contó, por ejemplo, que en los comedores y merenderos donde colabora Barrios de Pie “tratamos de darles recreación a los niños, sea jugar al fútbol o hacer dibujos”

También Alvarez destacó el “ropero solidario” que realizaron en Piecitos Descalzos el sábado pasado, donde entregaron vestimenta y calzados que recolectaron de diferentes donaciones, a las familias de la zona, acompañando esto con juegos, fotos y otras actividades de esparcimiento. 

Asimismo, en Sembrando Sueños están organizando una fiesta del Día del Niño para el próximo 18 de agosto, y para ello solicitan la donación de juguetes nuevos o usados en buen estado, y golosinas. 

Los interesados en colaborar pueden contactarse con el comedor a los números de teléfono 379 4939777 o 379 4607125.

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