Se apunta a la falta de conciencia para prevenir las enfermedades de transmisión sexual.
Unas de las patologías que más se observan en la provincia de Entre Ríos, es la sífilis. Remarcan que el cuidado debe ampliarse al sexo oral.
En un primer abordaje de la situación, a partir de consultas con operadores del sistema de salud, se puede advertir la falta de conciencia en la población para prevenir la transmisión de las llamadas enfermedades de transmisión sexual (ETS).
“Hay una cultura del uso de profiláctico, pero no se usa el campo de látex en relaciones donde se practica el sexo oral: entre mujeres, del hombre con la mujer o entre dos hombres en el caso de ser sexo oral anal; no se usa el campo de látex”, explicó la responsable del programa VIH Sida y de Enfermedades de Transmisión Sexual de la Provincia, Laura Díaz Petrussi.
La profesional, con una trayectoria de varios años en el sistema público de salud, habló sobre la realidad de la sífilis en Entre Ríos, una enfermedad producida por la bacteria espiroqueta treponema pallidum y que pese a las políticas estatales diseñadas para fortalecer la prevención sigue siendo una patología emergente.
En un documento donde se exponen diferentes cifras y estadísticas respecto de la incidencia de esta enfermedad en 2019, el Ministerio de Salud de Entre Ríos indicó que “la información relacionada a esta patología es compleja y plagada de sesgos por motivos relacionados al diagnóstico, a la recolección y notificación de los casos detectados”.
Esto quiere decir que, por ejemplo, no es posible establecer con un grado de certeza si la tasa de casos detectados aumentó en comparación con el primer semestre del año pasado.
El informe oficial consigna que teniendo en cuenta los datos cualitativos se observa “un alerta de los servicios de salud en relación a un aumento de la demanda relacionada a estos eventos”.
En el relevamiento además se menciona que las áreas de vigilancia epidemiológica canalizan la información a través de dos grandes fuentes: la atención clínica y los estudios en laboratorio.
Bajo esta modalidad, se obtuvieron precisiones sobre los casos detectados durante el embarazo, sífilis congénita y casos detectados en bancos de sangre.
Sífilis y embarazo
Durante el año se confirmaron por laboratorio 76 casos de sífilis en mujeres embarazadas y cinco casos probables. En el mismo sondeo sobre la base de la información notificada por seis hospitales de la provincia, sin incluir a los nosocomios de las grandes urbes como Paraná o Concordia, se observó que una de cada 100 mujeres “estudiadas con pruebas de tamizaje fueron positivas”, precisó el estudio.
De acuerdo a los datos aportados por el Ministerio de Salud, en la provincia se detectan “200 casos anuales de sífilis clasificada como probable o confirmada durante el embarazo”.
Luego se agrega que “hasta la semana 23 de 2019 se notificaron dos casos confirmados de sífilis congénita y un caso sospechoso de sífilis congénita” por el sistema de vigilancia de laboratorio.
En el mismo período, 29 casos fueron clasificados como confirmados y 41 como probables para sífilis en muestras de banco de sangre.
Cómo se manifiesta
Como se dijo, la enfermedad se confirma mediante un análisis de laboratorio de sangre y para ello son necesario dos pruebas: la VDRL y una segunda denominada treponémica, que se realiza para descartar cualquier tipo de duda.
“El paciente que viene a la consulta es porque tiene lesiones en boca, que son úlceras o manchitas blancas. Las personas vienen después de un mes, después de que empezaron a aparecer las lesiones. Primero llegan a la consulta con el odontólogo y ante la sospecha clínica se solicita un laboratorio”, ilustró la doctora Petrussi.
La enfermedad se divide en tres etapas: primaria, secundaria y terciaria.
La primera fase es cuando se produce la transmisión (se produce una lesión o úlcera, que no duele, no arde, no pica). “Esa úlcera se cura espontáneamente, pero no se cura la enfermedad”, sostuvo.
A las cuatro semanas se ingresa en la fase de la sífilis secundaria, que generalmente se caracteriza por las lesiones en piel. “Afecta las palmas y las plantas de los pies. Ahí es donde los pacientes consultan”, dijo la especialista.
Cómo prevenirse
Por lo general se cree que la mejor forma de prevenir las enfermedades de transmisión sexual es usando el preservativo en el sexo de penetración.
Pero en realidad la protección debe alcanzar al sexo oral, ya sea con profiláctico o con campo de látex. “No hay lesiones en pene, en vagina y en ano, pero tenemos manifestaciones en la boca. El campo de látex se asemejaría al preservativo femenino, que es muy caro y es poco lo que se usa. En el caso del sexo oral también sirve el papel film”, se explayó la médica sobre los métodos de prevención.
Petrussi defendió las políticas estatales orientadas a la prevención y a la provisión de insumos, que en el caso del preservativo es gratuito y se puede solicitar en hospitales y centros de salud.
Los pacientes que llegan al programa de VIH/Sida e Infecciones de Transmisión Sexual a la consulta con síntomas de una probable sífilis son mujeres y hombres entre 18 y 25 años.
“Falta educación en la prevención, pero no solamente para sífilis, es para todas las enfermedades de transmisión sexual porque todas tienen la misma vía, que son las relaciones sexuales no protegidas”.
En ese contexto subrayó que “nadie piensa en las hepatitis B como en la hepatitis C, que también tienen la vía sexual como probable vía de transmisión; el HPV, tanto anal como vaginal, incluso oral. Se están viendo lesiones de HPV, que es el virus del papiloma humano tan conocido como el productor o responsable de los cáncer de cuello de útero; se están viendo lesiones en boca, como consecuencia de relaciones sexuales no protegidas”, argumentó.
Pertrussi afirmó que se reciben muchas consultas diarias. Si bien no se cuentan con estadísticas precisas, la titular del área ensayó un mapa sobre dónde se orienta la demanda.
“Dentro de las enfermedades de transmisión lo que vemos más frecuentemente es sífilis, también se ven casos de gonorrea”, aseguró.
En los testimonios que escucha durante la atención en clínica puede surgir respuestas a la falta de protección cuando se tienen relaciones.
“Todos creen que hay prejuicio o un mito en que las enfermedades de transmisión se dan únicamente en poblaciones de bajos recursos o en parejas homosexuales. O que se dan en la prostitución. Como la gente sectoriza de esa manera, piensa ‘a mí no me va a pasar”.
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