En nuestro carácter de padres, queremos hacer público ante la comunidad de Monte Caseros, nuestro más enérgico repudio hacia las amenazas e insultos discriminatorios realizados hacia nuestro hijo, por personal de la Municipalidad en la última noche de carnaval.
Aproximadamente entre las 4:30 y 5:00 de la madrugada del 17 de
febrero del año en curso, en el predio del Corsódromo “Paso de los Higos”. Para ser
más precisos en las inmediaciones de los Baños ubicados sobre avenida Domingo
Perón.
Estos agravios y amenazas, que en un primer momento, fueron propinados por un
personal de La Guardia Urbana, que se acercó a nuestro hijo enfurecido y violento
para echarlo del lugar donde se encontraba sentado junto a su amiga, diciendo ¡andate ya de acá!
En ese momento nuestro hijo quería saber el paradero de los
padres de un niño de aproximadamente 4 años que merodeaba por el lugar, a lo que
este personal antes mencionado, se dirige por segunda vez de manera mucho más
violenta diciendo “putito de mierda ándate de acá, degenerado, violador”.
Al que se le suma un personal de Alumbrado Público también de manera agresiva, diciendo “andate de acá ya o te desarmo a palos”.
Nuestro hijo sintió mucho miedo por su
integridad y se retiró del lugar. Todos los hechos sucedieron frente a testigos que
refrendan dichos actos.
Estos ataques infundados hacia él fueron el detonante para
que momentos más tarde tomara la drástica decisión de intentar quitarse la vida.
Esto se tiene que terminar, no se puede agredir gratuitamente al otro por el simple
hecho de su preferencia sexual, clase social, color de piel, nacionalidad, apariencia
física, etc. ya que todos somos iguales ante la ley lo dice el Art 16 de nuestra Constitución nacional; también tomamos como base para este repudio la ley 23.295
(actos discriminatorios) que en sus artículos 1ro y 3ro describen dichos sucesos y en
sus Arts. 4to y 5to sus respectivas penas.
Para finalizar volvemos a denunciar públicamente estos actos “homofóbicos”, ya que
hay personas que por ignorancia, estructura patriarcal, religión, por maldad o simple
placer, hostigan, agravian, injurian y calumnian sin siquiera pensar en el grave daño
emocional y psicológico que producen en la víctima, por eso debemos cuidar nuestras
palabras y ser conscientes de ellas.
Pedimos a toda la comunidad que realice la
denuncia de situaciones discriminatorias, para de este modo ir socavando poco a poco
esta forma tan arcaica de agresión, ridiculización y minimización de las minorías.
Ramona Beatríz Pérez y Miguel Ángel Godoy.
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