El cierre de plazo para reserva de listas y el andar de los distintos apoderados tomando lugares de largada, permitió destapar algunas cartas del juego dando crédito a insistentes versiones de actores que jugaban encubiertos en la interna justicialista.
Sin ninguna sorpresa se anotó Vamos Compañeros para competir todas las
categorías partidarias y legislativas.
Su máximo exponente, Rodolfo
Martínez Llano, eligió lanzar sus arengas montando actos públicos e
incrementando su exposición mediática.
Por su parte, Daniel Caran continúa recorriendo localidades buscando volver
a las fuentes construyendo espacio propio con nuevos protagonistas para el
armado de candidaturas, bregando desde 2017 cuando Volver a Creer advirtió
seriamente que iría por la conducción.
Lo que amerita un análisis más profundo es ese extraño espacio que se abre
desde la llamada Cooperativa, nucleada alrededor del antiguo bloque de los
“Renovadores”.
Porque las presentaciones se multiplicaron feteando
posiciones y alguna mirada ingenua supondría nuevos sectores con referentes
demasiado conocidos.
Pero es fácil advertir una tanda de señuelos que van
largando desde un mismo sector ensillados con distinto sello, para reportar
finalmente a la misma escudería.
Tras la última derrota electoral contra ECO Cambiemos de la que nadie hizo
autocrítica, la conducción oficial eligió bajar el perfil restringiendo
apariciones.
Así ya jugaron a las escondidas con el cronograma interno
hasta que se necesitó presión para que las reglas aparecieran demoradas en
el tiempo.
Sus principales referentes prefirieron aportar a la promoción del partido
Unión Ciudadana sin expresar ningún gesto hacia dentro del peronismo
correntino cuya responsabilidad directiva es su principal obligación.
Se
especula todavía que esa insólita ambigüedad funcional apunta a conseguir
mejores posiciones en una futura alianza que impulsaría a Cristina Kirchner
nuevamente hasta la Casa Rosada.
Varios sectores gremiales, agrupaciones juveniles y sociales “van por
todo”, como les gusta decir, pero separados en principio.
Allí también se
espera que la desparramada liga de intendentes del PJ recale buscando sus
lugares.
Entre los desinteresados aparece Camau Espínola, quien mostró públicamente
su contrariedad con las internas justo cuando arreciaban las críticas por
su predilección a votar junto al macrismo a favor de ajustes y
endeudamientos en el Congreso.
Con anuencia o no, muchos de sus acólitos se anotan tratando de no
mencionarlo, ni anotar su actual indisciplina.
Para muchos, éste sería un
agente encubierto reencauzando tropa a la pesca de alguna posición
amigable.
El diputado nacional José “Pitín” Aragón echó algo de luz al respecto
mencionando las conversaciones para sumar a “Unidad Ciudadana”, y explicó
que “Martín Barrionuevo es el gran hombre” a seducir con miras a 2021.
Será cuestión de corto plazo saber si el diputado provincial, se alejaría
de su mentor y decide acercarse a la Cámpora aturdido por los vaivenes del
senador nacional.
Sería incongruente que desconociera a Camau, como éste a
su vez desconoció hace bastante tiempo a Cristina.
Sin embargo todo está por verse.
Desde el Instituto Patria llegó cierto
malestar por el uso inoportuno del nombre de “Unidad Ciudadana” como una
lista más en Corrientes, porque entienden arriesgado exponer la marca
taquillera apuntalando posturas subalternas al proyecto nacional.
Si los entramados finales siguen alguna lógica, la mano de un Camau cercano
a Cambiemos estará tendida en la oscuridad con dirección a la Cooperativa,
usando de prenda de paz a Barrionuevo y otros actores menores en reciclaje.
El próximo 3 de febrero se oficializarán finalmente las Listas y se
empezará a vislumbrar quién es quién en la engalletada tropa justicialista,
y si emergen nuevos actores.
Daniel Caran.
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