Como casi todos los años, vecinos del mencionado barrio volvieron a sentir el rigor del tiempo y la desidia de las autoridades municipales que no han podido hasta el momento, articular obras que den una solución al tema.
Las copiosas lluvias de la última semana, dejaron un tendal de vecinos con sus viviendas inundadas, donde sus pocas pertenencias se fundieron por la humedad del ambiente y el agua de las lluvias que ingresó en las casas.
Es un tema recurrente que parece no ser demasiado importante para las autoridades municipales, porque luego de toda una gestión gubernamental y a pesar de los reiterados reclamos de los vecinos y las constantes inundaciones, hasta ahora las obras públicas no se vieron.
Promesas de urbanización e inversión en el sector, siempre se hacen, pero la realidad es que las soluciones nunca aparecen y los vecinos siguen padeciendo el anegamiento de las calles, la inundación en sus casas y la desidia de un gobierno que no atina a dar una respuesta efectiva a un problema por demás recurrente.
Niños, ancianos, mujeres y hombres pasan días enteros con el agua adentro de sus casas, esperando que alguien llegue con algún tipo de asistencia o ayuda, para mitigar los efectos de la crecida de un arroyo que está absolutamente obturado por la vegetación, los sedimentos y los residuos.
En esta ocasión y luego de intensos llamados se logró que baje una máquina retro excavadora municipal, para abrir una parte del terraplén que no dejaba escurrir el agua provocando el anegamiento en ambas márgenes del arroyo.
Una simple acción, logró descomprimir un problema que se venía acrecentando por la cantidad de agua caída. No es algo definitivo, ni lo ideal, pero se logró un poco de alivio en el sector.
Las soluciones están en manos de los gobernantes que conocen del asunto, solo hace falta tomar la decisión política para realizar las obras que le den una mejor calidad de vida a tanta gente que parece vivir olvidada de la mano del Estado.
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