La Justicia federal realizó un allanamiento en la Unidad Psiquiátrica Penal en Melchor Romero. Una mujer denunció que ocultaban víctimas de trata, entre ellas a Johana Ramallo.
Por una denuncia sobre la supuesta presencia en el lugar de diez mujeres víctimas de trata, fue allanada ayer la Unidad 45 del penal de Melchor Romero, en la zona de La Plata.
El operativo, a cargo de personal de la Policía Federal, fue ordenado por el juez federal platense Ernesto Kreplak, a raíz de la presentación que hizo la ONG Madres Víctimas de Trata, cuya referente es Margarita Meira, cuya hija, Susana, desaparecida en el año 1991, fue hallada asesinada un año después.
Desde la calle, el procedimiento policial fue seguido por un grupo de mujeres, entre las que se encontraba Marta, la madre de Johana Ramallo, la joven de 23 años desaparecida desde hace casi diez meses y a la que se cree víctima de una red de trata de personas que la tendría secuestrada.
Según la denuncia, una de las mujeres que se encontraría alojada en el penal allanado, sería Johana Ramallo. De todos modos, hasta el cierre de esta edición, esa presunta presencia no había sido confirmada.
La inspección en la unidad penal comenzó cerca de las 17 de ayer y se prolongó por varias horas, sin que se diera a conocer información oficial sobre el resultado del allanamiento.
La denuncia sobre el presunto funcionamiento de una red de trata que mantendría a sus víctimas recluidas en el penal platense, fue presentada personalmente por Margarita Meira, quien supo a través de Lorena Martins, denunciante de su padre, Raúl Martins, ex agente de la Side, que su hija Susana había sido víctima de la red de prostitución que manejaba el ex jefe de inteligencia.
Cerca de las 17 de ayer se hizo presente en la unidad penitenciaria un equipo de peritos, acompañados por agentes de la Policía Federal, que realizaron una requisa por las distintas dependencias del penal, en busca de elementos que confirmaran la veracidad de la denuncia.
Una de las madres que se hicieron presentes fue Marta Ramallo, visiblemente conmovida por la situación, dada la angustia que vive la familia desde la desaparición de la joven, el 26 de julio del año pasado, en la zona roja de la ciudad de La Plata, lo que lleva a pensar que fue víctima de una red de trata.
La ONG denunciante había requerido al juez el “allanamiento inmediato” del penal, basándose en el testimonio de una mujer que estuvo presa en esa cárcel y que dice haber estado en contacto con jóvenes que estaban allí alojadas y que eran víctimas de trata de personas.
La testigo dijo que entre ellas había una joven a la que identificó como Johana Ramallo.
Las referentes de la ONG solicitaron al magistrado que tomara medidas de prevención para garantizar la seguridad de las mujeres que se acercaron al penal para seguir de cerca el operativo.
Anoche, mientras continuaba el procedimiento, fuentes allegadas a la investigación dijeron que hasta ese momento “no se había encontrado a ninguna persona que pudiera responder a la descripción hecha por la denunciante”, pero de todos modos “los peritos procedieron al secuestro de distintos elementos que serán analizados para tratar de determinar si estuvieron allí esas mujeres y si fueron retiradas del lugar antes de que se produjera el allanamiento”.
Fuentes de organizaciones feministas que vienen acompañando el reclamo por la aparición de la joven Johana Ramallo, le dijeron a Página12 que fue “un error que el pedido de allanamiento y su autorización hayan sido anticipados a través de las redes sociales, porque de ser verdad lo denunciado, le dieron tiempo a los autores del hecho a borrar toda huella sobre la presencia de las víctimas que supuestamente estaban allí”.
Meira explicó que una joven que estuvo presa diez años en el penal de Melchor Romero y que se habría salido hace unos días, la contactó para contarle “que en ese lugar había un sótano en el que tenían encerradas a diez mujeres”.
Según Meira, “existiría una red de policías y penitenciarios que mantienen a las chicas cautivas, utilizando incluso unidades penales como lugares de detención de las mujeres explotadas”.
La dirigente precisó que la joven que denunció el hecho “no nos dio su nombre porque está muy asustada” y agregó que al lugar donde supuestamente tenían cautivas a las mujeres “se ingresaba en auto”.
Meira dijo, además, que entre esas personas cautivas podría estar Johana Ramallo. Una fuente del Servicio Penitenciario Bonaerense, citada por la agencia de noticias Télam, aseguró que en los registros oficiales “no hay ninguna Johana Ramallo que haya ingresado a algún penal de la provincia de Buenos Aires”.
El complejo penitenciario allanado está ubicado sobre la avenida 520 a la altura de la calle 176 y es una unidad de régimen cerrado, de modalidad moderada, que tiene un sector para población masculina y otro para la femenina, además de un pabellón psiquiátrico.
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