Se trata de la casa de Juan Martín Ayala de unos 30 años de edad que en el momento del incendio no se encontraba dentro de la precaria vivienda.
El fuego consumió por completo una vivienda en barrio Aviación, se sospecha, producto de manos mal intencionadas que habrían iniciado el foco ígneo luego de sustraer del interior de la misma un ventilador y algún que otro bien del morador de la misma.
La alarma que activó a los Bomberos sonó apenas pasada la medianoche cuando vecinos del lugar advirtieron que la casita estaba bajo las intensas llamas. La vivienda construida en madera de saligna ardió rápidamente consumiendo las pocas pertenencias que Ayala tenía en su interior.
Según testimonios de familiares del damnificado, éste no se encontraba en el lugar a la hora del incendio porque estaba en Mocoretá por razones laborales. Además indicaron que esta es la segunda vez que intencionalmente le prenden fuego a su casita.
La vez anterior, también por la noche, habían rociado la casa con nafta y cerraron un candado por la parte de afuera de la puerta conociendo que el sujeto estaba dormido dentro de la vivienda; dicen sus familiares que junto al propietario dormía un perro y que el ladrido del can despertó a Ayala cuando el fuego ya se había propagado por la casilla.
Aprovechando la endeblez de la construcción el propietario buscó salir por una de las paredes laterales de la vivienda poniéndose de esa manera a salvo junto al perro que le salvara la vida.
Luego del trabajo de los bomberos voluntarios anoche, la vivienda de Ayala amaneció totalmente destruida por el fuego y ahora estiman necesitará la ayuda del municipio para volver a levantar su casita que hasta las chapas que había salvado del incendio anterior están inutilizables.
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