Esta tarde se realizó otra marcha de TPH, en este caso con el pedido de justicia para Gladys Compodonico y para que la directora del nosocomio Claudia Arriola renuncie a su cargo.
Desde las calles Italia y Fragata Sarmiento del barrio Paso de los Higos partió puntualmente a las 18,30 la tercera marcha hacia el hospital Samuel W. Róbinson para pedir que el sistema de salud local mejore substancialmente.
Esta vez la protesta fue encabezada por los familiares de Gladys detrás de una pancarta con la leyenda "Justicia para Gladys" y apoyada por el movimiento del Pastor Glauche de la iglesia Santuario de la Fe, Guillermo Galantini, sus seguidores de la Coordinadora por los Derechos y la Justicia y Opinión Socialista.
Desde la casa de Gladys partió la marcha que logró convocar a unas 300 personas aproximadamente; un número sin dudas muy importante luego de las acciones que algunos grupos interesados realizaron para que la gente se desmovilice.
A pesar del miedo que se pretende inferir desde algunos espacios de poder y del comunicado publicado en algunos medios locales, casi a la misma hora de la marcha sobre el apoyo de los médicos a la gestión de Arriola y la velada amenaza de accionar legalmente contra los que protestan por el servicio de salud pública, la bronca fue más fuerte y muchos vecinos se encolumnaron a la voz del cántico "emergencia total, emergencia total, que se vaya la Arriola, basta de muertes, en el hospital..."
La columna principal enfiló por calle Italia hasta la intersección con San Martín para continuar por esta hasta el frente del nosocomio donde otro grupo de personas esperaba al contingente de peregrinos.
La sorpresa que se llevaron los organizadores, causó mayor indignación en los manifestantes, cuando un auxiliar del nosocomio no permitió al personal de sonido que conectaras los cables del suministro eléctrico dentro del Róbinson, como lo habían realizado en las dos manifestaciones anteriores donde los médicos parecían estar del lado de los pacientes.
Glauche les recordó a los galenos que cuando la convocatoria a la que su grupo TPH apoyó por los reclamos de sueldos y mejores condiciones de trabajo, los cables de electricidad si se pudieron conectar dentro del hospital, pero ahora no lo permitieron porque "había que pedirle permiso a la directora" sentenció un administrativo hospitalario.
De todos modos el sonido no faltó, una valiente vecina aportó el suministro de energía necesario y la protesta se pudo llevar a cabo igual, pero esta vez con más fuerza y compromiso. La convocatoria tuvo tres oradores, Daniel Glauche, Yanina Cardozo y Laura Tizzone.
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