Una investigación de la Policía de Entre Ríos permitió desbaratar un narco-kisoco donde tres adolescentes estaban abocados al armado de "porros". En otro allanamiento se incautaron más de 1.200 cigarrillos y varios kilos de dicha sustancia.
Foto: Diario Río Uruguay |
Las intervenciones contaron con efectivos policiales de Concordia y Federación, teniendo como epicentro dos domicilios del barrio Pancho Ramírez, sobre Calle Rivolli en los números 2011 y 2015 respectivamente, en la zona oeste de Concordia.
Tres menores trabajando
En esta vivienda se secuestraron 8 teléfonos celulares, $ 6.000 en billetes de distinto valor, 90 baguyos (envoltorios) de marihuana y más de un kilo de marihuana en distintos tipos de fraccionamiento, como ser el resto de un ladrillo compactado.
Implicados y prófugos
Es el mismo sujeto que en el pasado mes de julio fue detenido por personal de la comisaria 7°, por el supuesto delito de abuso de arma en perjuicio de un menor de 15 años. En aquella ocasión se le secuestró un revolver calibre 32 y al ser allanada su vivienda, también se secuestró de una mochila con un ladrillo de un kilo de marihuana y casi la misma cantidad ya fraccionada para su comercialización.
Segundo operativo
También se incautaron 3 ladrillos de marihuana (2,870 Kgs) y una cantidad de dinero calculada en $ 2.100. Además de 1 celular y 15 cartuchos de calibre 38 y uno calibre 28. En dicha diligencia fue identificado el matrimonio propietario de la vivienda de 27 y 37 años respectivamente y su hijo de 16. Además, por disposición de la Justicia Federal se procedió a la aprehensión de un mayor de 37 años de edad, alias “el Paraguayo”; quien fuera alojado en sede policial en calidad de detenido e incomunicado.
En el primero de los allanamientos fue donde se identificaron a tres mujeres mayores de edad y en la planta alta de la vivienda se encontró a tres jóvenes de entre 16 y 17 años, quienes se hallaban armando cigarrillos de marihuana y fraccionando los denominados “baguyos” para su posterior comercialización.
Las personas que estaban en la vivienda fueron trasladadas a sede policial para su identificación, recuperando la libertad y quedando supeditadas a la causa. Mientras que la policía sigue tratando de dar con el dueño de la propiedad, identificado con el nombre de Máximo, sobre el cual ya pesa una orden de captura.
Fue en el segundo allanamiento donde la policía secuestró un total de 1.254 cigarrillos de marihuana (comúnmente denominados “porros”) los cuales ya estaban listos para su comercialización. Además de 138 “baguyos” (envoltorios) de marihuana con un pesaje de 455 grs.
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