Cerca de las 17 de este viernes, falleció Aníbal Carballo, un joven bombero de 30 años perteneciente al cuartel de la localidad de
San Salvador, que prestó colaboración durante las inundaciones en
Concordia, circunstancia en la cual habría contraído la leptospirosis.
Carballo fue internado primeramente en la Unidad de Terapia
Intensiva del hospital Masvernat con un cuadro de salud muy grave y en
las últimas horas había sido derivado al Instituto Médico Garat.
Profesionales médicos de este sanatorio privado confirmaron a Diario
Río Uruguay el deceso del joven oriundo de San salvador, que además era
empleado municipal y padre de 5 hijos.
Como otros tantos bomberos voluntarios de todo el país, Carballo
prestó colaboración durante las inundaciones en Concordia y se cree
podría haber contraído allí la enfermedad.
Tras el fallecimiento de este efectivo, surgió el interrogante sobre
si habría tomado o no las dosis de profilaxis que son sumamente
efectivas y le fueron entregadas a cada miembro de los cuerpos de
bomberos voluntarios, ya que algunas personas optan por no ingerirlas
ante una serie de reacciones que provocan en el organismo.
La víctima ya había ingresado al hospital con un cuadro de
salud sumamente delicado, por lo que de inmediato fue alojado en la
Unidad de Terapia Intensiva del hospital Delicia Concepción Masvernat,
con una grave hemorragia pulmonar.
En la jornada de este jueves, fue trasladado al Instituto Médico
Quirúrgico Garat, donde lamentablemente falleció en la tarde de este
viernes.
Este no es el único caso que se registró en la capital del citrus
producto de la creciente del río Uruguay y por tal motivo, Diario Río
Uruguay consultó al director médico del hospital Delicia Concepción
Masvernat, Néstor Hischfler, quien aseguró que en el caso de ser un
bombero se les brinda herramientas de trabajo y protección, una de ella
son dos pastillas que evita el contacto con la bacteria de
leptospirosis.
Hischfler comentó además que cuando este paciente ingresó al
nosocomio local no llegó con plena conciencia porque le habían
suministrado unos medicamentos para sedarlo. Pero al despertar del
efecto de los tranquilizantes y adquirir cierta lucidez, “le consultamos
sobre si había tomado las pastillas que les dan en estos casos para
evitar este tipo de contacto con la bacteria de la enfermedad y según lo
que él manifestó, sí se las dieron, pero él no las había tomado”.
Al tiempo que el profesional médico hizo hincapié en el cuadro que
Carballo presentaba antes de su correspondiente traslado al Instituto
Médico Quirúrgico Garat y destacó que “su estado general era realmente
muy complicado”.
En relación a la medicación que se ingiere para evitar la
leptospirosis, Hischfler indicó que es un antibiótico de dos dosis y con
eso se previene el contacto con la enfermedad. “Por eso es que creemos
que el prevenir a la hora del volver a casa de las personas que fueron
afectadas por la inundación, es tomando estas pastillas, ya que el
tratamiento debe ser tomado por toda la población para evitar la
contaminación de los roedores”.
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