El Globo cayó 3 a 1 en los penales ante Independiente Santa Fe y no pudo conquistar la Copa Sudamericana. Tanto en la ida como en el tiempo reglamentario habían igualado 0 a 0. Un destacable papel de los Quemeros en la final del certamen. El conjunto colombiano se adueñó de su primer título internacional.
El
Quemero terminó el encuentro con uno menos por la expulsión de Ramón Ábila a los 11 minutos del segundo tiempo de la prórroga, luego de un
infantil puñetazo que le propinó al defensor Yerry Mina.
El
conjunto de Parque de los Patricios no pudo imponer el juego que había
demostrado en todo el certamen durante esta serie, porque en Buenos
Aires no consiguió la ventaja y en Bogotá nunca pudo hacer pie en un
duro partido.
La
pareja de centrales integrada por Federico Mancinelli y Martín Nervo,
más Federico Vismara y por momentos Ábila, fueron los únicos que
estuvieron a la altura en el partido más importante de la historia del
club y de sus carreras.
No
obstante, el equipo de Eduardo Domínguez cayó de pie y salvo por los
errores que cometió en la serie y la mala puntería en la definición por
penales, terminó el torneo de forma invicta luego de 10 partidos.
En
un desarrollo plagado de nerviosismo, Santa Fe, que logró su primer
título internacional y se convirtió en el primer colombiano en levantar
la Copa Sudamericana, tuvo la tranquilidad necesaria en la tanda de
penales.
Al
conjunto dirigido por el uruguayo Gerardo Pelusso no le sobró nada y
una muestra de ello es que salió campeón sin ganar ninguno de los
últimos cinco encuentros que jugó en el certamen.
Al
minuto de juego, cuando los equipos todavía no se habían acomodado, fue
Huracán el que tuvo una situación clarísima de gol en los pies del
goleador Ramón Ábila. El ‘9’ presionó al arquero Robinson Zapata, se
tiró a los pies para recuperar la pelota y cuando quedó entre la línea y
el palo derecho definió con una emboquillada que se fue por el otro
lado. Situación inmejorable para Wanchope, que estuvo varios minutos
lamentándose por la mala puntería.
A
medida que fueron corriendo los minutos el equipo local logró superar
el susto de la jugada de Ábila e intentó complicar a Huracán con varios
centros que Marcos Díaz despejó con los puños para evitar
complicaciones.
Huracán
intentó imponer su juego pero los intérpretes no estaban precisos para
conectar pases consecutivos. El doble cinco conformado por Federico
Vismara y Mauro Bogado estuvo a destiempo y los enganches con poca
participación.
Por
lo tanto, tal como sucedió en la ida, el Globo se repitió en pelotazos
largos para Ábila, pero en muchas oportunidades era anticipado o
terminaban en saques de arco. Lo mismo sucedió cuando el buscado era
Cristian Espinoza, quien nuevamente se mostró disminuido físicamente por
el golpe que arrastra desde la semifinal de vuelta con River.
En
la única que Ábila logró zafar de la dura marca de los duros centrales
colombianos tiró un centro atrás para el mencionado Espinoza, quien
desde una posición perfecta le pifió a la pelota y no pudo rematar.
Ya
en la primera parte de la prórroga el arquero Díaz, quien jugó en una
pierna desde los primeros minutos del segundo tiempo, paralizó los
corazones cuando soltó una pelota en el área chica pero Juan Roa no pudo
aprovechar el rebote.
En
busca de aire, Domínguez dispuso el ingreso de Agustín Torassa, quien
sólo contaba con un puñado de minutos en el certamen, por un exhausto
Espinoza de poca participación en toda la serie. Una ausencia muy
significativa para el esquema del técnico huracanense.
En
la definición con tiros desde el punto penal, en Huracán solamente
convirtió Mancinelli, porque a Bogado se lo atajó Zapata y tanto el
capitán Nervo como Toranzo estrellaron sus remates en el travesaño.
Demasiadas fallas para la buena puntería de los colombianos, que
marcaron a través del ‘Pelado’ Pérez, el venezolano Luis Seijas (otro ex
Banfield) y Leyvin Balanta.
Télam
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