El Globo empató 2 a 2 ante River y se convirtió en el segundo finalista de la Copa Sudamericana. Toranzo y Ábila marcaron para el equipo de Domínguez, mientras que Rodrigo Mora anotó dos tantos que llevaron el suspenso hasta el último instante del encuentro.
Todo empezó bien para Huracán
porque ya a los dos minutos estaba en ventaja mediante un tanto de
Patricio Toranzo, que aprovechó al máximo una falla defensiva compartida
entre el arquero Marcelo Barovero y el zaguero Jonatan Maidana.
A
partir de esa instancia se vio lo mejor del Globo en el partido y, por
contrapartida, lo peor de River, que sufrió el nuevo planteo exhibido
hoy por su entrenador, Marcelo Gallardo, que a la rápida luz de los
hechos constituyó un error que debió corregir en el segundo período.
Pero
además los jugadores de River, especialmente Matías Kranevitter y
Carlos Sánchez parecían estar en otra cosa, y eso lo padeció el conjunto
visitante.
Huracán,
en tanto, lució enfocado en su objetivo y no dejó de presionar a su
rival y atacarlo con habilitaciones profundas después de buenos
controles que tenían como destinatario a Ramón Ábila, la figura del
partido en ese primer tiempo.
Por
eso no extrañó que a los 25 minutos Wanchope se anticipara a Barovero
tras una precisa habilitación de Mauro Bogado y definiera de cabeza con
el arco vacío, presagiando una noche nefasta y hasta con visos de
goleada para los riverplatenses.
Y
de hecho toda esta impresión estuvo a punto de capitalizarse en los 20
minutos que faltaban hasta el epílogo de esa primera etapa, pero Huracán
careció de un poco más de fineza en la última puntada para liquidar
todo en 45 minutos. Después lo iba a pagar caro.
En
el arranque del período final Gallardo corrigió su error al colocar a
los ex Newell’s Milton Casco y Lionel Vangioni por derecha e izquierda
respectivamente, armando un 3-4-1-2, con Sánchez como enganche, que
flaqueó también por los costados.
Por
eso el Muñeco prescindió de ambos para poner en sus lugares a Camilo
Mayada y Gonzalo Rodríguez, un ex Huracán muy silbado por la parcialidad
local, tanto como luego fue aplaudido Luis González, que debió
reemplazar a Leonardo Ponzio después que una descalificadora infracción
desde atrás dejara fuera de acción a Cristian Espinoza y a él al borde
de la tarjeta roja.
Y en la
jugada siguiente a esa variante River llegó al descuento con un golazo
de media distancia del uruguayo Rodrigo Mora que se clavó en el ángulo
superior izquierdo del arco defendido por Marcos Díaz.
Esta
conquista y un mejoramiento en la aplicación del sistema impulsó a
River hacia delante y colocó a Huracán contra las cuerdas, aunque aún
con el empate clasificaba a la final, ya que River necesitaba
inevitablemente del triunfo.
Por
eso cuando Mora volvió a anotar faltando más de 10 minutos por jugar
con descuento y todo, el temor generalizado invadió Parque de los
Patricios y la posibilidad de que se esfumara un sueño se volvió
tangible.
Pero allí fue River
el quien mostró imperfecciones para acercarse a la conquista que cambiara
la historia y los nervios terminaron jugándole curiosamente una mala
pasada al visitante, al punto que Sánchez se hizo expulsar
irresponsablemente al aplicarle un puñetazo a un alcanza pelotas.
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