Argentina volvió a tener un flojo rendimiento y no pudo pasar de un empate sin goles ante Paraguay, en su segundo partido de Eliminatorias.
De 6 puntos jugados Argentina consiguió tan solo 1. (Foto: Télam) |
El conjunto argentino fue más agresivo que en el duelo ante Ecuador,
pero la desesperación volvió a jugarle en contra a la hora de definir.
Matías Kranevitter, Ramiro Funes Mori y Chiquito Romero fueron de lo
mejor en Asunción.
Aún con desajustes tácticos llamativos, Argentina hizo un primer tiempo aceptable,
con cinco situaciones de riesgo y una ligera superioridad sobre
Paraguay, que priorizó el orden en sus líneas y mostró timidez al
momento de atacar.
El módulo táctico 4-2-3-1 pensado por Martino no tuvo correlato sobre el campo de juego del Defensores del Chaco, pues el equipo jugó sin centrodelantero definido y tanto Ángel Di María como Ezequiel Lavezzi fueron casi extremos por las bandas.
Carlos
Tevez, el 9 elegido por el Tata, mostró una permanente tendencia a
retrasarse para tomar contacto con la pelota y también se inclinó a
menudo hacia los costados para buscar los espacios en busca de una
diagonal o una asistencia.
De hecho, el Apache fue un lúcido asistidor del equipo frente a un muy flojo partido de Javier Pastore,
sin peso futbolístico para honrar la camiseta número 10 que utilizó en
Asunción. En sus pies nacieron tres habilitaciones para Lavezzi que
fueron conjuradas por el arquero Antony Silva a los 12, 40 y 45 minutos.
En
su única aparición como punta, Carlitos cabeceó alto de frente al
arquero después de un centro medido de Di María, que le robó una pelota
dividida al marcador lateral izquierdo Miguel Samudio.
Defensivamente, al equipo argentino le costó el retroceso porque tanto Fideo como Lavezzi dejaron expuestos al doble cinco compuesto por Matías Kranevitter y Javier Mascherano, ambos de buen partido, pero con problemas para cubrir todo el ancho de la cancha.
La
última línea jugó sin grandes apremios pero no tuvo agresividad en la
marca y dejó jugar de espaldas a los delanteros paraguayos, que sólo
fueron acompañados por Derlis González como único mediocampista capaz de
romper líneas para llegar al área rival.
Con la lesión de Néstor
Ortigoza en la parte inicial, el seleccionado guaraní perdió un
engranaje clave en su circuito de elaboración y entonces se vio obligado
a un juego más directo, al que se sumó un gigante como Federico
Santander para pivotear en el segundo tiempo.
En ese lapso, la tendencia del juego se mantuvo. Argentina evidenció mayor ambición desde lo posicional pero sin profundidad.
Tevez, hasta ser reemplazado por un golpe en su rostro, repitió su
propensión de jugar fuera del área; mientras que los dos jugadores del
París Saint Germain volvieron a ser más veloces que precisos.
De
contragolpe, los paraguayos tuvieron dos oportunidades muy favorables
para la apertura del marcador pero ambas fueron neutralizadas por dos
cruces providenciales de Pablo Zabaleta primero y Ramiro Funes Mori
después.
El ex lateral de San Lorenzo interceptó justo un remate
dentro del área de Darío Lezcano, que tuvo tiempo y espacio para
ajusticiar a Sergio Romero a los 14; mientras que el zaguero iniciado en
River bloqueó una volea de Víctor Cáceres a los 29, cuyo rebote tomado
por Derlis González lo despejó Chiquito.
De modo que el 0-0 fue
inmodificable y dejó sensaciones encontradas. El local, curiosamente,
marchó conforme al saldar la deuda del 6-1 sufrido en la reciente Copa
América y la visita, envuelta en preocupación por un déficit que no sólo
alcanza el ámbito del resultado sino también y fundamentalmente el
juego.
Télam
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