El peón rural que denunció la semana pasada a la policía por apremios y torturas, se refirió a la situación que él y su familia debieron soportar, luego de realizar las denuncias en la fiscalía.
Francisco habló con los medios durante la conferencia organizada por la Coordinadora y los familiares de Nino Largueri y la familia Gimenez, que ratificaron todo lo sucedido en su domicilio hace una semana, cuando la policía irrumpió en la madrugada en su morada y comenzó a golpearlo a él y su hijo Cristian de 22 años.
El damnificado volvió a narrar lo acontecido en la madrugada del Sábado 10 de Octubre cerca de la una de la mañana, en su casa del barrio Florida. El misionero, que viven en nuestra ciudad desde hace más de 20 años, dijo que "si dicen que soy un delincuente que lo prueben que traigan las pruebas de que yo soy un ladrón", manifestó Francisco.
Con las marcas en su cara que evidencian la dura golpiza recibida y con los ojos morados y con derrames, el obrero desafió a la justicia y desmintió a la policía sobre su conducta delictiva, ratificando que él siempre fue un trabajador autónomo que se rebusca haciendo cualquier tipo de trabajos para llevar el pan a su casa.
Por otra parte el referente de la Coordinadora por los Derechos y la Justicia, Guillermo Galantini, aclaró que sobre las denuncias contra la policía y la justicia se refiere a las máximas autoridades de ambas instituciones y que nada tiene que ver con los trabajadores que allí se desempeñan de buena fe.
Galantini denunció además que el Comisario Correa todos los Lunes va a una estación de servicio a cargar nafta en su auto particular, cuando debería ser para los vehículos policiales. "Lo tenemos bien registrado, ya que él (por Correa) tiene la maña de registrar todo lo que nosotros decimos, nosotros también decimos las mañas que tiene él", comentó Galantini.
Audio Francisco/Galantini
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