Municipales despedidos y el doble discurso de los políticos

Luego de varios días de conocida la mala noticia, sobre el despido de los 88 trabajadores contratados del municipio, distintos referentes políticos locales salieron a solidarizarse con los desdichados.

Foto de Archivo

Muchos de ellos, pertenecen o han pertenecido al Concejo Deliberante o bien fueron Funcionarios del Ejecutivo municipal en distintos períodos. El caso es que frente a las cámaras y los micrófonos dichos políticos se desgarraban las vestiduras por los "Compañeros" cesanteados y pedían se revea la medida en favor de las familias afectadas por Olivieri.

Palabras van palabras vienen, lo cierto es que muchos de los que se "sorprendieron" con el accionar del gobierno municipal, podrían haber evitado éste y quien sabe cuantos otros, despidos masivos como el del 31 de Julio pasado, si hubieran al menos tratado dentro del Concejo, el Proyecto del Estatuto y Escalafón del Personal Obrero y de Empleados de la Administración Municipal, elaborado y presentado por el Sindicato de Obreros y Empleados Municipales de Monte Caseros, que ingresó a ese cuerpo deliberativo el 17 de Septiembre de 2007.

Dicho proyecto, firmado por Juan Carlos Fernández y Pascual Roberto Méndez es un trabajo realizado con la intención de reglamentar y ordenar la actividad de los trabajadores municipales de acuerdo a su situación de revista, es decir si pertenecen a la Planta Permanente, Transitoria o de Contratados. 

La propuesta ingresada para su tratamiento en el concejo, luego dos años de estar en el freezer, fue elevada con la firma de María Fiorella Cusinato y Fermín Alberto Dalmasso, que por aquel entonces eran Concejales electos, al Presidente del cuerpo deliberativo, el escribano Alejandro Álvarez con fecha 28 de Septiembre de 2009.

En su texto la misiva que acompañaba el Proyecto señalaba que "el Proyecto no prosperó por distintas circunstancias que siempre fueron justificadas por parte de ese Concejo; los empleados municipales consideramos que no hubo interés o una decisión política para su tratamiento y aprobación".

Y continuaba "Pero una vez más, creemos que es posible cambiar la historia en la forma que se administra al Personal Municipal y esto obedece a dejar de lado compromisos personales o políticos; desterrar normas aún vigentes del Proceso Militar, como la Ordenanza  Nº 255/81 "Régimen Básico y Manual del Personal" - Ordenanza Nº 233/82 "Régimen Escalafonario Municipal"; frenar de una vez y para siempre el ímpetu de nuestras Autoridades Municipales, de seguir convirtiendo el municipio en una fábrica de PUESTOS DE TRABAJO; y dos (2) años que este Proyecto se encuentra en ese Concejo, es considerable tiempo para darse cuenta de que los empleados no contamos con un amparo legal actualizado, para hacer ejercer nuestros derechos estatutarios para dejar de ser el "BOTÍN de GUERRA" de la Autoridad de turno y este avasalle nuestra dignidad como  empleados, como hombres o mujeres, como padres o madres".

Podrán  decir, tal vez, que el Proyecto presentado por el SOEM tenga algunas falencias y que por eso no fue tenido en cuenta, pero también es cierto que con un poco de voluntad y ganas de trabajar, para que los empleados no tengan que sufrir las consecuencias de los cambios de humor del intendente de turno, se podría haber evitado el sufrimiento y la indefensión de muchos trabajadores que ven que de un día para otro sus esfuerzos se desvanecen al capricho de los gobernantes.

Si repasamos en nuestras cabezas los dichos de algunos Funcionarios, ex Funcionarios y Concejales, podemos decir que todo el mundo está de acuerdo en que los despidos masivos, son una gran injusticia y hay que hacer algo para que nunca más sucedan. Pero entonces porque no ponen las barbas en remojo y producen una alternativa legal para que dentro de un tiempo no se vuelva a repetir otra de estas sangrías de gente que gana unos pocos pesos por un trabajo que nunca es bien ponderado.

Donde está entonces, el compromiso de los políticos que hace ocho (8) años cajonean un Proyecto que defiende los intereses de esos trabajadores, con los que se solidarizaron y que ven deambular a diario por los pasillos en busca de una solución a su problemática y que son ninguneados, desestimados y empujados a la calamitosa situación de mendigar un puesto de trabajo del cual fueron despojados sin decirles, agua va.

Es claro que los discursos mancomunados expiran en el mismo momento que las cámaras y micrófonos se apagan, pero la realidad es inapelable, hordas enteras de personas que trabajaron en el municipio dan fe de la desidia de los políticos a la hora de tomar el toro por los cuernos y dejar de utilizar a los indefensos empleados como monedas de cambio para pagar una política barata, de bajo vuelo y altas ganancias.

Pablo Lugo.




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