Es un paso más del acercamiento entre los dos países anunciado el 17 de diciembre pasado por los presidentes Raúl Castro y Barack Obama.
Estados Unidos y Cuba concretaron este lunes el
restablecimiento de sus relaciones diplomáticas tras casi 54 años de
ruptura con la apertura en Washington de la embajada cubana.
La ceremonia del izado de la bandera cubana, llevada a cabo en el
edificio que desde 1977 acogía la Sección de Intereses de Cuba, estuvo
encabezada por el canciller cubano, Bruno Rodríguez.
En la histórica ceremonia, en la que también se interpretó el himno
de Cuba, coreado por los presentes, la representación oficial de Estados
Unidos estuvo a cargo de la secretaria de Estado adjunta para Latinoamérica, Roberta Jacobson.
Además de Rodríguez y Jacobson, presenciaron en fila el izado de la
bandera frente a la sede diplomática cubana la directora general para
EE.UU. del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, Josefina Vidal.
Vidal y Jacoson encabezaron las negociaciones emprendidas en diciembre pasado para normalizar las relaciones bilaterales.
Tras la ceremonia, que incluye el desvelado de una placa en la verja
de la embajada, el canciller Bruno Rodríguez se dirigirá al Departamento
de Estado para reunirse con su titular, John Kerry.
Será la primera visita de un responsable de la diplomacia cubana a esa sede desde la ruptura de las relaciones, en 1961.
Colocación de bandera
Al amanecer, y sin ceremonias, el personal del Departamento de Estado
colocó la bandera cubana en su vestíbulo junto a las de todas las
naciones con las cuales Estados Unidos mantiene relaciones diplomáticas.
Restablecimiento de relaciones
El restablecimiento de las embajadas fue anunciado en Cuba y Estados
Unidos el 1 de julio, para que entren en vigor el 20 de este mes y son
el resultado de un acercamiento iniciado en diciembre pasado por los
presidentes Raúl Castro y Barack Obama tras más de cinco décadas de
hostilidades.
La Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana anunció el
lunes su conversión en embajada en un comunicado, pero no izará
inmediatamente la insignia de las barras y las estrellas hasta una
ceremonia formal que Kerry probablemente encabezará en agosto.
"Acabo de hacer mi primera llamada de la historia al Centro de
Operaciones del Departamento de Estado de desde la embajada de Estados
Unidos en La Habana. No existía en enero de 1961", indicó en su cuenta
de Twitter Conrad Tribble, número dos de la delegación diplomática de
Estados Unidos en La Habana.
Sin embargo, aunque la normalización protagoniza el estado de las
relaciones bilaterales, sigue habiendo un profundo abismo ideológico
entre los dos países, y quedan muchos asuntos por resolver. Algunos de
estos temas son espinosas disputas, como las reclamaciones cruzadas de
reparaciones económicas, la insistencia de La Habana de que se ponga fin
al embargo impuesto hace 53 años y las peticiones estadounidenses de
que se hagan mejoras en derechos humanos y democracia.
Algunos legisladores estadounidenses, incluidos varios aspirantes
destacados a la candidatura republicana, han prometido no revocar el
embargo y anunciado que si alcanzan la presidencia darán marcha atrás en
las decisiones de Obama sobre Cuba.
Cambio de rumbo
Los acontecimientos de este lunes sellan un drástico cambio de rumbo
en la política estadounidense sobre la isla comunista durante el
gobierno del presidente Barack Obama, que ha buscado acercamientos con
Cuba desde que asumió el cargo, y suavizado de forma progresiva las
restricciones sobre el viaje y el envío de dinero a la isla.
Los esfuerzos de Obama tropezaron durante años por el encarcelamiento
en Cuba de Alan Gross, contratista de la Agencia estadounidense para el
Desarrollo Internacional. Pero tras meses de negociaciones secretas, el
pasado diciembre se obtuvo la liberación de Gross y de varios
prisioneros políticos en Cuba, así como de los miembros de una célula
cubana de espionaje que seguían presos en Estados Unidos. El 17 de
diciembre, Obama y el presidente cubano, Raúl Castro, anunciaron que
retomarían las relaciones diplomáticas plenas.
Obama declaró que la antigua política hacia Cuba había sido un
fracaso que no alcanzó los resultados pretendidos, y afirmó que EEUU no
podía seguir haciendo lo mismo y esperar un cambio. Por tanto, dijo,
comenzaría a trabajar en la normalización de relaciones.
El proceso avanzó despacio hasta que Estados Unidos retiró a Cuba de
su lista de países que auspician el terrorismo a finales de mayo, y
después se atascó en cuestiones sobre el acceso de los diplomáticos
estadounidenses a los cubanos de a pie.
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