Las empresas que forman el consorcio son las multinacionales Cargill, Bunge y Dreyfus, la argentina Aceitera General Deheza y la Asociación de Cooperativas Agropecuarias.
07-08-25
También se apresta a sumarse la multinacional china Cofco.
Se presentaron en la Bolsa de Comercio de Rosario para informar la iniciativa.
Un consorcio de grandes exportadores de granos se va a presentar para competir en la privatización del Belgrano Cargas.
Así se lo transmitieron ejecutivos de las compañías a los directivos de la Bolsa de Comercio de Rosario, con quienes se reunieron ayer para presentarle el plan que están preparando.
Las empresas que forman el consorcio son las multinacionales Cargill, Bunge y Dreyfus, la argentina Aceitera General Deheza (AGD) y la Asociación de Cooperativas Agropecuarias (ACA).
También se apresta a sumarse la multinacional china Cofco.
La única de las grandes cerealeras que declinó participar fue la argentina Molinos Agro, del grupo Pérez Companc.
El gobierno nacional anunció el año pasado su decisión de privatizar el ferrocarril Belgrano (hoy en manos de la empresa Trenes Argentinos) al tiempo de que se dispone a volver a licitar las otras líneas concesionadas.
Sobre el Belgrano, el gobierno apretó el acelerador en la definición de las condiciones y los términos con miras a poder presentar los pliegos antes de fin de año, esperando tener culminado el proceso a mediados del 2026.
En la reunión de ayer con las principales autoridades de la Bolsa de Comercio de Rosario, que muestra así su creciente centralidad como caja de resonancia de la marcha del mercado de granos, los exportadores contaron que su interés se reduce a la Línea Belgrano trocha angosta (que es la granaria) que conecta el norte con los puertos de Rosario, manifestando no querer competir por las trochas media y ancha.
Con miras a incentivar la competencia, el gobierno había anunciado que la privatización implicaría una desintegración de la línea en cuatro contratos: la operación de las vías (que sería la más importante, ya que administraría el sistema), la concesión de las locomotoras, la concesión de los vagones y la concesión de los talleres ferroviarios.
La idea del consorcio es quedarse con los cuatro contratos si, como todo indica, el gobierno permite que el mismo grupo pueda competir en todos los frentes.
En lo que hace a la operatoria, el consorcio (podrían armar dos figuras para tener controles cruzados y referencias de precios) administraría el sistema alquilando el material rodante a cada exportadora de manera particular para su propio tráfico.
Eso será posible porque el gobierno quiere implementar el sistema de “acceso abierto” que dispone que la administradora puede dejar que cualquier empresa (que le alquile o consiga locomotoras y vagones) use los rieles pagando un peaje a diferencia del esquema actual que el concesionario es el único operador, como pasa con el Nuevo Central Argentino (NCA).
Los exportadores calcularon un plan de obras ferroviarias de unos 300 millones de dólares, concentrado en origen (no así en destino) y en un ramal hoy utilizado para la carga azucarera, que además de necesitar refacciones quieren ampliar para transportar cargas de granos y de minerales.
El objetivo de integrarse al negocio ferroviario es mejorar los costos logísticos de los granos que compran en el norte y traen a industrializar o embarcar en los complejos oleaginosos montados en el Gran Rosario (hoy bajan el grueso por camión, que es más costoso y de mayor impacto ambiental).
No en vano, AGD, que tiene la concesión del NCA, logró un fuerte crecimiento de su nivel de abastecimiento de granos con menores valores de flete.
Además, la mayoría de las exportadoras están en activas inversiones en el norte levantando nuevos acopios como soporte de infraestructura y servicios de las mayores compras directas de granos, por lo que la decisión de operar el Belgrano Cargas calza justo con esa estrategia comercial.
En la reunión en la Bolsa, los exportadores dejaron el mensaje que apuestan a que el gobierno los convoque a tener más participación en la elaboración de los pliegos.
Y además dejaron expresa su preocupación por el principal escollo de la avanzada: la no terminación del llamado “Circunvalar de la ciudad de Santa Fe” que el gobierno avisó que no concluirá.
Se trata de un tendido ferroviario que viniendo desde el norte circunvala la capital provincial para llegar al sur de la provincia sin tener que atravesar la ciudad.
Para los exportadores se trata de una obra estratégica porque reduce costos y tiempos del flete, ya que transportar un volumen creciente de cargas por la ciudad asoma como impracticable.
El tema es que, según los cálculos presentados, terminarlo demandaría una inversión de 120 millones de dólares (en un año de trabajo) que el gobierno dice no disponer y las exportadoras aseguran no poder afrontar.
Finalmente, de la reunión en la Bolsa participaron el presidente de la entidad, Miguel Simioni, el vicepresidente primero, Javier Gastaudo; el director ejecutivo, Javier Cervio; Andrés Williams, director de Relaciones Institucionales; Julio Calzada, director de Información y Estudios Económicos; Alfredo Sesé, coordinador de la Comisión de Transporte; y Pablo Ibáñez, miembro del Área de Transporte de la entidad.
Mariano Galíndez para www.rosario3.com